Peinado y maquillaje: Nidia F Belleza Integral
“El camino del cielo, es saber vencer sin combatir, responder sin hablar, atraer sin llamar, y actuar sin agitarse”.
Lao Tsé.
Estando en una conversación, expresé mi deseo de vivir una experiencia donde la magia del amor haga parte de lo que sienta y viva, y recibí esta respuesta: ¡Ah, lo que tú quieres es un castillo! A lo cual respondí: “No, lo que quiero es que lo que viva sea algo muy especial”.
Días después de esta conversación, en una de mis meditaciones recibí un mensaje que me decía: “¿Y si quieres un castillo? Te lo mereces”. Para recibir lo que quieres, debes abrirte a recibirlo y más aún, debes valorarte a ti mismo(a) tanto, que el castillo llegue a tus manos. Esto se llama: merecimiento.
¿Cuántas veces hemos deseado algo y no llega? Hoy mi invitación a ti, que me lees, es que revises cómo te estás valorando desde tu ser interno. Comprender que todo depende de ti, es maravilloso. No necesitamos que otros nos aprueben. Busca tu propia aprobación, y vive tu experiencia como la imaginas, así a otro le parezca que es demasiado lo que quieres. Respétate a ti mismo(a). Renuncia a juzgar al otro. Cada quien vive su historia desde lo que tiene y puede.
El merecimiento viene del amor por uno mismo, y sólo tú sabes cuánto vales. La vida es maravillosa a partir del momento en que comienzas a comprender que cada situación que llega hay que mirarla desde la evolución, como una oportunidad de aprender aquello que aún te falta aceptar y pasar a otro nivel. El Universo y Dios son nuestros maestros, nos muestran con firmeza amorosa aquello que aún no hemos querido ver desde la compresión.
Así que mi sugerencia para ti es que no dejes pasar un instante de tu vida sin disfrutarla. Venimos a este mundo a ser felices y esto depende de cómo percibas cada experiencia que te llega.
Cuando edificas tu propio castillo siempre hay que hacer y cuidar que no se deteriore para que perdure. Así que si alguien me vuelve a preguntar que si lo que quiero es un castillo, responderé que sí. Quiero vivir en un castillo que construyamos desde el amor, la pasión, la paz y el disfrutar cada instante, cada momento mientras estemos en él. ¿Cuánto durará? No lo sé, solo sé que quiero vivir el momento, cada instante con alegría, dando de mí todo lo que soy para lograr eso que deseo vivir desde la magia de cada día en que sale el sol y decido ser feliz.
Quiero compartir este mensaje:
Para terminar mi escrito comparto esta afirmación que tome del libro de Louise L. Hay y que recomienda repetir por 21 días consecutivos:
Estoy dispuesta a soltar. Libero y me relajo. Suelto la culpa, suelto el miedo, suelto la rabia. Suelto la tristeza, suelto las limitaciones. Suelto las limitaciones de mis papás. Estoy dispuesta a perdonar. Estoy en paz, estoy segura. Soy yo, ser yo es seguro.
Suelto y estoy en paz.
La herencia de mi abuela materna