Terror ‘real’: encapuchados invaden Windsor
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Durante la madrugada del 13 de octubre, el Castillo de Windsor fue escenario de un audaz asalto. Dos hombres enmascarados irrumpieron en una finca dentro de la propiedad real, robaron vehículos y causaron zozobra en el lugar.
Los asaltantes aprovecharon la noche para escalar una valla de casi dos metros de altura y atravesar una barrera de seguridad con un camión previamente robado. En su huida, utilizaron una camioneta pick-up y una cuatrimoto que estaban almacenados en un granero de Shaw Farm, una granja activa ubicada dentro de los terrenos del Castillo de Windsor. Según informes, los ladrones habrían estudiado la logística del lugar, planificando cuidadosamente el momento y la ubicación del ataque. En el momento del asalto, el príncipe William, Kate Middleton y sus hijos descansaban en su hogar cercano, Adelaide Cottage, sin percatarse del peligro que acechaba tan cerca. Por su parte, el rey Carlos III y la reina Camilla se encontraban fuera de Windsor; Carlos en Escocia y Camilla en la India, preparando una gira internacional.
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El incidente pone en cuestión las medidas de seguridad en el Castillo de Windsor, especialmente tras la reciente reducción de policías armados en las entradas principales. La decisión, motivada por la falta de oficiales cualificados y la intención de ofrecer una atmósfera más acogedora para los turistas, ha sido fuertemente criticada. En febrero de este año, la seguridad del castillo también quedó en entredicho cuando un hombre fue arrestado en los jardines reales bajo sospecha de allanamiento. La policía de Thames Valley confirmó la recepción del reporte a las 11:45 p. m. y continúa investigando el incidente. Hasta ahora, no se han realizado arrestos. Mientras tanto, las autoridades trabajan para reforzar las medidas de seguridad en este emblemático recinto.