Entender el corazón no es fácil. Es un músculo que bombea sangre a todo el cuerpo, lo que nos mantiene con vida, pero también el lugar de resguardo de las más simples y complejas emociones, las cuales también nos mantienen vivos.
El reconocido cardiólogo colombiano Rodolfo Vega, y su hija Juliana Vega, psicóloga y psicoterapeuta, decidieron llevar al papel lo que en algún momento fue una conversación entre ambos: la importante conexión existente entre los procesos mentales y las funciones biológicas.
Con el deseo de regalarnos un poco de entendimiento, y ayudarnos a manejar emociones como el rencor, la depresión y la ansiedad, escribieron este libro.
Conversamos con ellos y esto nos contaron.
¿De qué trata Tengo una corazonada?
Este es un libro que, principalmente, busca conectarnos de nuevo con el corazón, con el piloto de nuestras vidas.
De escuchar nuevamente nuestras corazonadas y así encontrar una vida más armoniosa; una vida con sentido.
Cuenta con capítulos como: Corazón, colon y cerebro; Intuición; Celos; Ansiedad; Depresión; IKIGAI; Asertividad; Miedo; entre otros. Buscan invitarte a la curiosidad sobre estos temas, que sencillamente deben ser revisados, y que nos hagamos preguntas valiosas al respecto.
¿Cuál fue el objetivo al escribir el libro?
Conectar nuevamente con el corazón y compartir conversaciones y temáticas que se han tenido en esta familia. Quisimos compartirlos desde el punto de vida de un cardiólogo y el de una psicóloga. Padre e hija.
¿Por qué es tan importante entender el vínculo entre el corazón y la mente?
Porque trabajan de la mano y lo olvidamos. El corazón, como lo dice la medicina tradicional china, es el emperador, y el resto de los órganos, sus fieles sirvientes. Pero le dimos más prevalencia al sirviente que al emperador. Para recobrar una humanidad sana y armoniosa, debemos volver al corazón.
Al estar estrechamente relacionados en el desarrollo de enfermedades, ¿qué nos debe preocupar, primeramente, la mente o el corazón? Algo así como ¿qué fue primero, el huevo o la gallina?
Debemos ser coherentes con el libro y ambos son importantes, por supuesto están unidos; pero para seguir el rumbo de nuestro propósito, de nuestra felicidad, de eso que vinimos a entregar, es el corazón.
¿Se puede morir de tristeza? ¿Y de felicidad?
Ambas son emociones válidas y necesarias. La gran diferencia es la perspectiva que se tenga de cada una y el exceso de estas. La felicidad te ilumina, la tristeza te apaga y es dañina en exceso para el corazón. El punto es vivir una vida feliz que implica reconocer estados de tristeza y vivirlos para ser sanados y transformados, pero no permanecer allí.
«Este libro nos aumenta la curiosidad, el conocimiento y amplía la inspiración. Sentirás un despertar de la imaginación, en donde lo más importante es un encuentro contigo mismo».
Paulina Vega Dieppa.
La pandemia por coronavirus nos ha sacudido a nivel mundial y nos ha enfrentado a situaciones difíciles como el encierro, el contagio propio y de personas cercanas, la desconexión social, la falta de contacto físico, el duelo, etc. ¿Podría la población mundial enfrentarse al desarrollo colectivo de enfermedades coronarias y mentales como consecuencia de esta pandemia?
Sí se han aumentado considerablemente. Las exposiciones a nuevas situaciones (en ocasiones complejas en los hogares), los cambios, han hecho que aumenten las enfermedades, las muertes, la incertidumbre. Inclusive, las enfermedades mentales que anteriormente se escondían están al aire libre.
Por eso nuestra recomendación es buscar ayuda, y si es a tiempo, mejor. Saber que todos estamos expuestos a esto, pero tener expertos de la mano lo hace más llevadero y, por supuesto, con miras a la solución.
¿Qué corazonada tienen con Tengo una corazonada?
Que, inclusive con el título, invitamos a escuchar más al corazón y a esa amiga, la intuición, que siempre está ahí para nosotros. Pero debemos provocarla más, acercarnos más a ella, pues es la comunicadora del alma y esto requiere cercanía a través de momentos de silencio y de conexión con nosotros mismos.
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