En este sentido, la mandataria destacó que se ha logrado evitar lo peor de la pandemia al adoptar su enfoque de «actuar duro y rápido» en la lucha contra el virus, optando por un nivel 4 de cuarentena. «No hay transmisión comunitaria generalizada no detectada en Nueva Zelanda. Hemos ganado esta batalla», aseguró Ardern. «Pero debemos permanecer alerta si queremos mantenerlo así», añadió.
También ha anunciado que esta semana aliviará la cuarentena impuesta por la pandemia del COVID-19 tras haber logrado «ganar la batalla» al virus, según lo declaró este domingo durante una rueda de prensa.
A partir de este lunes se permitió una reapertura parcial de la economía en el país, que se encuentra en cuarentena desde el 25 de marzo. Sin embargo, la primera ministra advirtió que el distanciamiento social todavía es obligatorio para evitar un nuevo brote, y recordó que las fronteras del país permanecerán cerradas.
«Para lograrlo debemos rastrear a los últimos casos. Es como buscar una aguja en el pajar», dijo la mandataria al indicar que el 11 de mayo se evaluará si se disminuyen aún más las restricciones.
El COVID-19 ya ha dejado 19 muertes y más de 1.400 infectados en Nueva Zelanda. Un total de 1.180 personas se han recuperado de manera satisfactoria desde el inicio del brote en dicho país.