Mónica Fonseca es periodista, presentadora, empresaria, creadora de contenido e influencer. Estudió Comunicación Social y cuenta con una especialización en Educación, Política y Cultura. Es reconocida por su trabajo en tecnología, ciencia, salud, medio ambiente, moda y entretenimiento, y actualmente candidata a líder de Climate Reality Project, del grupo de Al Gore. Está casada con el actor colombo argentino Juan Pablo Raba, con quien tiene dos hijos: Joaquín, de 7 años; y Josefina, de 1.
¿Quién o qué inspira a Mónica Fonseca?
Me inspira la naturaleza, las ventanas con una visual al cielo, las nubes, las montañas, el mar, los árboles, y las personas que tienen una buena actitud. La gente común y corriente que con sus actos cotidianos transforma su entorno.
¿Cómo fue tu crianza y qué valores transmitidos por tus padres identificas como claves para convertirte en la persona que eres hoy?
Mi madre muere muy joven, y me criaron mi papá y mis abuelos; crecí con mucha gente adulta a mi alrededor. Siempre me senté a la mesa con mi familia. El valor más grande que me inculcaron fue la unión familiar, la importancia de tus raíces, de los abrazos, del apoyo de quienes te aman, y la alegría.
¿Cómo haces para ser una mujer 10 a la que el tiempo le alcanza para ser mamá, esposa, empresaria, creadora de contenido, influencer, ambientalista, periodista, y trabajadora de causas sociales y filantrópicas?
Aún estoy lejos de llegar ahí. Mi abuela sí es una mujer 10, esas mujeres que con su valentía salieron adelante. Yo busco que lo que hago me de satisfacción, placer, alegría, armonía, y el interés por las causas sociales fue heredado de mi familia, pues mi padre fue ambientalista. Todos los días cumplo con muchas cosas, pero también aplazo muchas otras, soy lo más procrastinador que existe.
Después de haber vivido una relación conflictiva en tu primer matrimonio, que te llevó a tomar una decisión dolorosa, ¿qué cambio hiciste en ti para lograr crear una relación diferente con un hombre que en la actualidad es tu pareja perfecta?
En la vida amorosa, no era un patrón mío meterme en relaciones que no funcionaran, no tuve que cambiar, aunque he cambiado patrones que vi en mi familia para no repetir algunas cosas. Cada relación me dejó un aprendizaje, y de mis relaciones aprendí para que la siguiente fuera mejor. Mi primer matrimonio en un comienzo fue una buena relación donde tuvimos una buena convivencia, de los tres años que duró, dos fueron fantásticos, y el último fue muy complejo por razones culturales, porque la gente cambia, y aflora su verdadero yo, y hubo diferencias irreconciliables. Salí de esa primera relación porque no estaba dispuesta a vivir una vida que no era lo que yo quería.
Juan Pablo y yo nos encontramos en un momento de nuestras vidas en que ambos queríamos paz, tranquilidad y armonía; y una pareja a largo plazo, con quien poder ir hacia adelante.
¿Cómo se conocieron Juan Pablo y tú?
Yo sabía de él, un nombre reconocido como actor, y veía su novela de aquel momento. Siempre me llamó la atención su aura. Él tiene una energía arrolladora, sientes su alegría hasta cuando camina. Yo apenas acababa de salir de mi separación, estaba en una etapa difícil a la que llamo “lipotusa”. Un día Juan Pablo publicó un mensaje por Twitter, diciendo que acababa de salir de uno de los mejores entrenamientos de CrossFit. Yo le mandé un mensaje interno por el mismo medio, diciéndole que quería hacer un entrenamiento, y él me respondió que claro que sí, que nos esperaba. Entonces le respondí que estaba sola, al tiempo comenzamos a hablarnos y desde la primera vez que nos vimos, no nos volvimos a separar. Él fue a visitarme a mi apto; en ese momento yo estaba con mi amiga Lina Arbeláez, él entro y ella me dijo “Uy, te perdimos, aquí vamos otra vez”. A ella le caía muy bien Juan Pablo. Sin embargo, a pesar de tener amigos en común, nadie nos juntó.
¿Qué viste en Juan Pablo para saber que era el hombre con el podías construir la hermosa familia que hoy tienes?
Aunque yo no quería tener hijos, un gran amigo mexicano, a quien quiero mucho, me dijo después de mi separación: “para tu próxima relación busca un hombre que quiera tener hijos, alguien a quien puedas visualizar como un gran papá”. En Juan Pablo vi eso. Además, cuando nos conocimos, Juan Pablo acababa de perder a su papá, y sintió que yo llegué para ayudarlo en su duelo.
Durante este tiempo en casa, ¿qué han descubierto Juan Pablo y tú, como pareja y como familia?
Al comienzo fue muy raro para mí, porque ambos desde el principio de la relación tomamos la determinación de que íbamos a ir donde él fuera por sus proyectos como actor, pues mi trabajo lo puedo realizar desde cualquier parte, porque todo es por internet. Cuando llega la pandemia ya él no tiene que viajar y yo pierdo mi oficina aquí en la casa, pues de pronto mi marido y mis hijos empezaron a usar mis espacios de trabajo. Perdí mi espacio, la privacidad y tranquilidad que tenía en la casa cuando los niños estaban en el colegio, y mi esposo en su trabajo. El ajuste de los niños al colegio virtual fue complicado, a todos nos dio duro, hasta que terminamos adaptándonos a esta nueva realidad de estar la mayor parte del tiempo en casa. Lo que ayudó a Juan Pablo fue que pudo seguir su entrenamiento con la bicicleta porque tenemos las montañas cerca. A todos nos tocó esforzarnos para acostumbrarnos a la nueva realidad, y darnos cuenta de que era una nueva forma de vivir.
¿Para qué crees tú que estamos viviendo esta situación de pandemia? ¿De qué manera consideras que somos responsables de la situación que estamos viviendo con el virus?
Esta situación nos llegó para enseñarnos mucho, para recordarnos que no somos invencibles, que estamos expuestos a las condiciones y efectos de lo que nosotros mismos creamos Por supuesto que hay una responsabilidad grandísima sobre la manera que se creó el virus. Hay allí una responsabilidad de manejo por parte de los líderes que no actuaron a tiempo. Hay una inconciencia, creíamos que esto sólo pasaba en películas.
¿Cómo surgió el tema de las clases de baile con el fin de recoger fondos para ayudar a la comunidad indígena del Amazonas, Concordia?
La Fundación Mambe.org llega a mi conocimiento por la compañía que tenemos de productos de belleza. Desde antes de la pandemia estamos trabajando con esta comunidad, ayudándolos a comercializar los productos que ellos elaboran. Las donaciones que se reciben por el baile han ayudado mucho a esta causa.
¿Qué te llevó a tomar la decisión de retirarte los implantes mamarios que tuviste por 12 años?
Lo que me llevó a tomar esa decisión fue un documental que vi sobre el tema, en el cual afirmaban que no era bueno tenerlos. Hay una enorme falta de información sobre los implantes, y cuando llegó el momento de cambiarlos, decidí que no quería tener nada extraño en mi cuerpo.
¿Cómo surgió la idea de hacer el podcast ‘Desde el COR’, y con Claudia Bahamón?
Claudia y yo ya habíamos trabajado juntas en radio con Sánchez Cristo. Cuando ambas nos vinimos a vivir a Los Ángeles, nos dimos cuenta que aquí las distancias son enormes, es como vivir una en Bogotá, y otra en Chía. A pesar de vivir en la misma ciudad, no era fácil a la hora de encontrarnos. Además de ser amigas, Claudia y yo somos inquietas y nos interesan los mismos temas. Al principio demoramos en concretar el proyecto, pero el podcast salió porque llegó la pandemia, teníamos material grabado, y ahí nació “Desde El COR”, desde nuestro corazón, y desde nuestra estructura.
¿Cuál es tu balance de este 2020?
El balance de este año es como un duelo. A la humanidad le llegó la posibilidad de que todos pudiéramos hacer el duelo por lo que perdimos, pero a la vez ganamos la oportunidad de ver el mundo de una manera diferente, de comprender y ser conscientes de lo que somos, de vernos vulnerables y mirar hacia adentro de nosotros. Hubo dolor general. Es un año de compasión, de empatía, de entender el planeta, que no es nuestro planeta, sino que habitamos en él. Al final debemos portarnos mejor y disfrutar cada día.
Un mensaje de año nuevo para los lectores de La Revista Actual.
Mi mensaje es que tengamos mucha calma. Que seamos juiciosos cuidándonos y siendo responsables. Que demos las gracias por lo que aprendimos en este año que acaba.
Fotos cortesía de Mónica Fonseca.
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