PERSONAJE
Publicado 10 mayo, 2024
En solapa:
Mónica de Jaramillo
Letras como filigrana
Foto: Daniela Murillo.
Históricamente, los escritores han gozado de una posición de influencia basada en su particular manera de entender el mundo desde el arte. Mónica de Jaramillo, quien, además de narrar historias con maestría, es una destacada empresaria, le concedió a ACTUAL la oportunidad de conocer un poco más de su experiencia vital, en la que la literatura y el liderazgo se entrelazan armónicamente para construir un hermoso y aleccionador cuento.
Se escriben cartas de amor
Desde muy joven, Mónica encontró en la escritura un refugio y una forma de expresión única. Lo que comenzó como un pasatiempo, redactando cartas de amor para sus amigas del colegio, se transformó con los años en un viaje de descubrimiento personal. A través de los cuentos que narraba a sus hijos, en los que ellos tenían roles protagónicos, y de la participación en talleres de escritura creativa con mentores de la talla de Nora Carbonell, Carlo Acevedo, Jorge Sarmiento, Carolina Alonso, Verónica Toro y Alfredo Baldovino, Mónica fue puliendo su talento hasta ser capaz de dar vida a personajes que acababan reclamando una independencia borgiana.
Su exitosa participación en concursos literarios junto con compañeros de taller, además de validar su capacidad literaria, fortaleció su determinación para seguir escribiendo. Paulatinamente se fue interesando en la creación de textos cada vez más complejos y exigentes. “En la actualidad me encuentro escribiendo una novela centrada, justamente, en un personaje que se independizó de mi pluma y de quien he terminado siendo biógrafa”, revela en primicia. Para Mónica, la escritura es un compromiso con el arte de narrar historias, un oasis personal que le permite retirarse del bullicio del mundo corporativo y sumergirse en el infinito placer de la creación.
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