Los años no pasan en balde, tampoco en Hollywood. Michael Douglas ha hablado en una entrevista sobre sus problemas de salud. El actor de 76 años se ha sincerado en una entrevista para ARRP Magazine y ha reconocido que la pandemia y el posterior confinamiento le han pasado factura. Sus alarmantes declaraciones sobre su estado de salud han preocupado a sus fans.
«Durante este período de COVID-19, he pasado mucho más tiempo en el sofá y me ha sorprendido como se ha reducido mi energía. Mi memoria a largo plazo está bien, pero mi memoria a corto plazo no», asegura el intérprete. La buena noticia es que ya se ha puesto en manos de expertos para investigar las causas: «Solía culpar a la marihuana. Pero tengo algunos amigos que llevan fumando tanto tiempo como yo y tienen memorias fabulosas, así que no creo que ese sea el problema. Lo estoy investigando», señala para la tranquilidad de sus seguidores.
La última vez que se le vio en un acto público fue hace una semanas, en la gala de los Globos de Oro 2021. El actor, acompañado de su mujer, Catherine Zeta-Jones, fue el encargado de entregar uno de los premios de la noche. Después de más de 20 años casados, forman una de las parejas más consolidadas de Hollywood. La diferencia de edad fue precisamente el primer obstáculo que Michael Douglas y Catherine Zeta-Jones al que tuvieron que hacer frente cuando se conocieron en 1996. Ahora tienen dos hijos en común, Dylan Michael Douglas y Carys Zeta.
El actor también habla sobre la paternidad. Para él lo más complicado fue «establecer límites, grandes y pequeños. Mi hijo mayor, Cameron, era drogadicto y acabó cumpliendo siete años y medio en una prisión federal. Eso fue duro, tener que protegerme a mí y a mi familia y decirle a mi hijo mayor que si sientes que me alejo de ti, lo hago porque tengo miedo de que te mates o de que mates a otra persona. Esa experiencia con Cameron no se la deseo a nadie. Muchas familias pasan por problemas de adicción. Se requiere dureza. Pero cuando llegas a ese punto, lo haces por tu hijo», confiesa.
La entrevista también profundiza en su infancia y sus inicios. «Las personas piensan que soy parte de la realeza del mundo del espectáculo. Aprecio la relación que tuve con mi padre, y me encantaría que esa fantasía fuera realidad. Pero cuando yo era joven, él era un actor ocupado», asegura. Su progenitor, la estrella de cine Kirk Douglas, falleció el año pasado a sus 103 años.
Conocedor de la inestabilidad y la fragilidad de la vida de los actores, Douglas optó por no depender solo de la actuación y afianzó su carrera detrás de la cámara, produciendo e invirtiendo en películas que reflejaban de alguna manera las preocupaciones sociales de su época.
Ganador de un Premio Oscar y un Emmy y con una estrella lleva su nombre en el Paseo de la Fama desde el año 2018. Sin ninguna duda, a Douglas le ha ido muy bien como actor. Una profesión que no piensa dejar.
‘El método Kominsky’, la serie de Netflix que protagoniza, es uno de sus últimos proyectos. «El trabajo te mantiene en marcha, te mantiene alerta. Por supuesto, hoy en día, cuando miro alrededor del set, soy el más viejo. Pero me encanta todo el proceso. No nos dedicamos a la neurocirugía, somos del mundo del espectáculo», afirma. Eso si, también tiene sus límites: «Yo no trabajo con imbéciles. No tengo tiempo para eso».
En cuanto a su vida cotidiana, el actor admite que es «un adicto a las noticias». Después de una temporada tan sedentaria, está deseando volver a viajar y compartir momentos junto a sus seres queridos. «Simplemente busco la alegría de un buen momento», asegura.
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