Tras la polémica en torno a la fiesta que Meghan Markle celebró en Nueva York antes del nacimiento de su hijo Archie, la duquesa de Sussex ha optado por no dar un ‘baby shower’ para dar la bienvenida a su hija. Según ha informado una fuente cercana a los Sussex a la revista Us Weekly, Meghan «considera que celebrar un gran ‘baby shower’ con regalos no sería apropiado ahora mismo».
La duquesa de Sussex considera, además, que hay «demasiados problemas en el mundo» en estos momentos: «Tanto ella como Harry están involucrados en causas humanitarias y sienten que pueden dedicar su tiempo y sus recursos a una mejor causa«.
En lugar de una fiesta, alentarán a los simpatizantes a donar a cualquiera de las causas humanitarias que apoyan en lugar de gastar en regalos costosos, mencionó también la fuente.
Hace dos años, por el contrario, Markle se desplazó a Nueva York para, junto a amigas como Serena Williams o Amal Clooney, celebrar una fiesta en la suite de un exclusivo hotel que llegó a costar 200.000 dólares (aproximadamente, 176.000 euros).
La mujer del príncipe Harry estaba embarazada de siete meses, por lo que las críticas en Reino Unido no se hicieron esperar. Muchos hablaron en contra Meghan por su lujosa escapada con sus amigos en Estados Unidos. Algo que ahora, dada la situación actual, la duquesa no ve conveniente.
Centrados en su labor humanitaria, Meghan y Harry no parecen tener tiempo para fiestas, menos cuando apenas queda un mes para el nacimiento de la pequeña. Además, la propia duquesa reconoció en su última aparición pública que estaban muy felices de poder convertirse en padres de una niña: «Mi esposo y yo estamos encantados de recibir pronto a una hija. Es un sentimiento de alegría que compartimos con millones de familias en todo el mundo».
Si Meghan y Harry renuncian al gran baby shower de este año, eso estaría en consonancia con la forma en que han celebrado otros eventos importantes recientes, incluido el Día de la Madre y el segundo cumpleaños de su hijo Archie. En su lugar, han estado alentando a la gente a donar a organizaciones benéficas.
La fuente sugirió a Us Weekly que Meghan realmente no necesita un festejo para sentirse amada. «Ella cuenta con el apoyo de sus amigos y, lo más importante, de su esposo. Harry es el socio ideal, cuida de Archie y trabaja para mantener a su familia», dijo la fuente.
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