Suenan campanas de boda para Megan Fox y Machine Gun Kelly. La pareja ha sorprendido a todos sus seguidores al anunciar a través de sus respectivas redes sociales que se han comprometido. Una promesa que llega solo un año y medio después de que empezaran a ser pareja.
«En julio de 2020 nos sentábamos debajo de este árbol pidiendo algo de magia. No sabíamos del dolor al que nos enfrentaríamos juntos en un periodo de tiempo corto y frenético. Inconscientes del trabajo y los sacrificios que esta relación requeriría pero embriagados de amor. Ahora, un año y medio más tarde, después de haber atravesado el infierno y de habernos reído más de lo que nunca imaginé posible, me pidió que me casase con él. Y como en todas las vidas anteriores a esta, y como en todas las vidas que seguirán, dije que sí», escribía la actriz.
Ha sido una declaración de amor de película acompañada por un breve vídeo del momento, que han quedado eclipsados por la frase final que Fox ha dado a su post: «Y entonces bebimos la sangre el uno del otro». Una frase cuyo sentido se desconoce si es literal o no, pero que ha protagonizado titulares en medios internacionales debido a la particular personalidad de ambos.
Por su parte, el cantante ha contado el por qué de ese sitio y el significado del original anillo que él mismo diseñó para su futura esposa:
«Bajo las mis ramas en las cuales nos enamoramos, la traje de vuelta para pedirle que se casase conmigo. Sé que lo tradicional es un anillo, pero lo diseñé con Stephen Webster para que fueran dos. La esmeralda -su piedra de nacimiento- y el diamante -la piedra de mi nacimiento- engastados en dos bandas magnéticas de espinas que se unen como dos mitades del mismo alma, formando el corazón oscuro que es nuestro amor».
La pareja se conoció trabajando en la película Midnight in the Switchgrass, un momento en el que la actriz todavía estaba casada con Brian Austin Green, el padre de sus hijos.
Si ambas relaciones se solaparon es algo que se desconoce, pero la mala relación que hay ahora entre Fox y Green, y los reproches públicos que ambos se han dedicado han hecho correr ríos de tinta que apuntan que la actriz podría haber sido desleal a quien, hasta hace menos de dos años, parecía ser el hombre de su vida.
Maria Elisa Camargo en su mejor momento