Maritza Rodríguez, o Sarah Mintz, es una actriz barranquillera reconocida por sus papeles en telenovelas como ‘Rafael Orozco, el ídolo’ y ‘Doña Bárbara’; sin embargo, hace varios años abandonó su carrera actoral para dedicarse a su familia y a su nueva religión, el judaísmo.
Mintz tenía sus bases familiares y laborales en Miami, Estados Unidos desde hace ya mucho tiempo, luego vivió por un tiempo en México, pero recientemente sorprendió a sus seguidores anunciando su mudanza hacia otro continente.
Sarah Mintz, llamada así desde que se convirtió al judaísmo (religión de nacimiento de su esposo), se fue a vivir con toda su familia a Israel y en un reciente video publicado en su cuenta de Instagram explicó sus motivos.
En el video de 22 minutos, Mintz empezó contando cómo fue toda la preparación para irse del país.
“Uno acumula cosas que no necesita, uno puede vivir con lo básico. Saqué un montón de cosas para regalar, mandé a Colombia y a Miami, donde tenemos nuestra zona principal”, detalló la actriz. La barranquillera explicó que el apartamento en donde vivían en México es muy grande y tenían muchas cosas y, especialmente, ropa de sus tiempos en la actuación que ella no utilizaba porque ya no tiene eventos sociales de este tipo.
La famosa colombiana señaló que, antes de tomar la decisión, consideró cómo sería la experiencia e sus hijos. “Uno piensa mucho en los hijos, muy aparte de los intereses que tenga como ser individual, la vida que llevamos, judía y ortodoxa moderna, los niños acá están tan contentos de verdad”, señaló que ellos al ser americanos, tener un padre mexicano y una madre colombiana les ha dado muchas experiencias culturales que les permiten adaptarse fácilmente.
Recordó que vivir en ese país era el “sueño de toda la vida” de su esposo, el productor mexicano Joshua Mintz, “se juntó todo, el sueño de mi esposo y el sueño de que mis hijos crezcan en un lugar donde puedan crecer libres como judíos. Este país le pude enseñar a mis hijos altos niveles de educación, de Torá y de amor por Israel”.
“Rezar aquí es tan importante para mí, es algo como retornar a la tierra de Israel, es un ascenso del alma. Solo estar acá, solo ser acá es, en términos espirituales, es trascender”, explicó Mintz la experiencia que, para ella, como judía, implica estar en ese país desde hace pocos días.
Además, reconoció que no habla el idioma y que, de hecho, el inglés tampoco ha sido su fuerte, pero detalló que para su conversión al judaísmo, tuvo que vivir seis meses en Israel, así que sabe cómo defenderse. “Como barranquillera tengo un carácter y una ajá pa’ lo que sea, no tengo miedo de estos cambios”, resaltó, agradeciendo que sus padres, oriundos de Santander, decidieran radicarse en Barranquilla, cuando pudieron haberse ido a la capital del país u otras ciudades.
“Jamás pienso lo que dejo, siempre pienso en lo que voy a trascender. Los humanos podemos trascender en espacio y cuerpo, gracias a la tecnología puedo estar cerca de mis papás, la gente que te quiere te apoya y quieren los mejor para ti”, respondió la barranquillera a las personas que le cuestionan si no extraña lo que ha dejado atrás desde que cambió su vida y con este nuevo comienzo.
Finalmente, la colombiana invitó a sus seguidores a tomar riesgos y confiar en sus decisiones, señaló que respetaba el que muchos sintieran temor o no entendieran cómo ella había dejado su vida como Maritza Rodríguez atrás, pero aclaró que ahora es mucho más feliz y tiene una vida a plenitud, sin perder “el perrenque barranquillero que le transmito a mis hijos”.
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