Por Alejandro Rodríguez
¿Cómo se ha desarrollado este tema de la cuarentena con tus hijos?
Desde antes de la cuarentena, yo ya estaba en mi proceso de cuarentena de haber tenido mi segundo hijo, así que decidí pasarlo en la finca. De alguna manera, lo tenía planeado. A medida que ha ido creciendo el bebé y han ido alargando esta cuarentena por el Covid-19, la rutina se ha ido afianzado más. Por ejemplo, en las mañanas comparto con el bebé pequeño, mientras el grande comparte con una amiguita de él y juega. Así atiendo al bebé y sus necesidades; ya en el tema de la ducha también trato de darle espacio a cada uno. De igual manera con tareas y quehaceres en el día. En la noche vemos películas y tratamos de compartir todos, de igual manera sacando espacio para papá y mamá.
¿Y qué reto has enfrentado en esta cuarentena?
Mi gran reto ha sido cocinar; no cocinaba mucho. Tengo que ser sincera, no soy muy buena; pero me han surgido buenas ideas, como hacer cupcakes de avena, pastel de ahuyama, tortas de avena, purés de plátano, pie de limón, arepas de choclo, entre otras cosas. También seguir estudiando inglés.
¿Cómo defines una mamá ideal?
¡Son todas! Habrá excepciones de mujeres que no están bien por algún motivo. Pero mamás somos ideales todas, con los defectos. Cuando uno es mamá las virtudes son innatas, sin estar mirando recetas o libros; aprendes a enseñar determinadas cosas de manera intuitiva. Ese proceso de crecimiento se va dando a medida que vas compartiendo más y más con tus hijos. Hoy por hoy soy una mamá más tranquila, quizás antes era más estresada y estresante; antes era una mamá que estaba encima de la nana, de pronto encima de los suegros; ya me he relajado más porque ha sido mi crecimiento propio.
¿Cuál crees que es el gran desafío de las mamás de hoy?
Lidiar con tantas actividades al mismo tiempo; lidiar con la mente. Tenemos muchas cosas y asumimos muchas responsabilidades al hombro; queremos cubrir y suplir las necesidades de nuestros hijos y del esposo; de paso, nosotras realizarnos como creadoras y emprendedoras. Todo esto al tiempo es complejo, a mil por hora.
¿Qué es lo primero que vas a hacer con tus hijos, luego de la cuarentena?
Quiero viajar por Colombia. Ir al parque del Café, es un destino que me encanta y que queda muy cerca de mi Valle del Cauca. Por supuesto que mamá y abuela vayan.
¿Cómo ha sido el tema de la educación en este momento?
No ha sido complejo. Ellos están muy pequeños; así que lo manejo más presencia. Hago una parte didáctica con Valentin, donde subimos y bajamos esclaeras y ciertas enseñanzas de motricidad, juegos, pinturitas, pintucaritas, caminar, reconocer los animales, bailar.
¿Cómo defines tu historia como mamá a través de un título para un libro?
Una madre Intuitiva
Un recuerdo de un día de la madre… El primero: estaba embarazada de Valentín y mi esposo me llevó una caja con globos, postres, pasteles y unas pantuflas. Estaba acompañada de mi hermana, mi mamá y mi esposo; fue un momento maravilloso
¿Qué admiras de tu mamá?… Le admiro todo. Ella es animalista, ambientalista; tiene un amor infinito por los animales, la naturaleza, el reciclaje y el agua. Hace una tarea diaria por el planeta y admiro mucho eso.
Una anécdota con tu abuela… Muchísimo porque compartí mucho con ellas. Con mi abuela materna tengo un recuerdo maravilloso, y es que ella en la finca me enseñaba a recoger café a las 5 de la mañana, en una carreta montada, con un balde muy pequeño. Mi abuela paterna, prácticamente me crió. Ella me enseño desde caminar, leer, escribir hasta que ya fui grande. Ella, aunque no tenía mucha experiencia, hizo una labor divina y me oriento en todas mis etapas de desarrollo como mujer y en todos los procesos de mi vida como persona.