Mar de Palma es una marca de productos cosméticos cien por ciento colombiana, ambientalmente consciente, consciente de cada individuo involucrado; incluyente y honesta, creada por las emprendedoras cartageneras María del Rosario Amín y Matilde Rosa Lemaitre.
María del Rosario es Ingeniera Ambiental de la Universidad de la Florida, y ejerció en una empresa multinacional especializada en residuos tóxicos, tratamiento de agua potable y tratamiento de aguas residuales. En el 2014, obtuvo una Maestría en Administración de Empresas con una especialización en Emprendimiento de Rice University.
Matilde, por su parte, además de dedicarse a la actuación, tuvo la oportunidad de trabajar durante algún tiempo en una empresa dedicada a la cosmética, y al involucrarse en ese mundo, quedó fascinada.
En 2020, estas dos jóvenes inquietas y trabajadoras decidieron unir sus conocimientos y experiencia y emprender juntas. Así crearon “Mar de Palma”, una marca cuyo fin es desarrollar productos cosméticos a partir de formulaciones benignas para la salud humana, respetuosas con el medio ambiente, y sostenibles en el largo plazo.
“Trabajamos todos los días con el propósito de mejorar nuestros estándares, ofrecer productos honestos, sostenibles y coherentes con nuestra humanidad y nuestra casa en común, que es el Planeta Tierra”, afirman.
Para María del Rosario y Matilde el haber reconectado con su corazón y con su esencia, generó en ellas la necesidad de crear algo que fuera coherente con su actual manera de pensar y de vivir, por eso se inspiraron en un proyecto que “nutriera el alma”.
“Las dos hemos estado en un proceso espiritual que nos ha cambiado la vida y nos ha hecho mucho más conscientes de nosotras mismas y de nuestro alrededor. Esta es la razón que generó ‘Mar de Palma’, expresan. También enfatizan que para ellas es tan importante lo que hay detrás de cada producto, que su filosofía va más allá de su mera función cosmética.
“Nos hemos dado cuenta de que en muchos casos existe poca conciencia al crear una empresa. Muchas veces las personas hacemos las cosas por negocio pensando primero monetariamente y olvidándonos del impacto que nuestros productos o servicios pueden generar en el individuo, la sociedad y el mundo. Nosotras, más allá de crear un negocio, con ‘Mar de Palma’ estamos ofreciendo un servicio mediante el cual lo que hacemos en el fondo es servir a los demás al crear algo necesario, como los jabones, que son elementos imprescindibles para la humanidad. Para nosotras es un deber pensar en el beneficio de absolutamente todos, en el cuidado del medio ambiente, algo que sea benigno para el ser humano”, manifiestan.
Las formulaciones de “Mar de Palma” son 100% libres de petrolatos, ftalatos, sales, parabenos y tóxicos. No son testadas en animales, son respetuosas con la vida coralina y los biodegradables. Sus empaques también son lo más ecológico posible, hasta el momento la marca cuenta con botellas de aluminio y frascos de vidrio 100% reciclado y soplados a pulmón. Todo se hace a mano, guardando la coherencia con el más mínimo detalle.
Para desarrollar sus productos, que tienen funciones como combatir el estrés, reducir la inflamación, y disminuir los niveles de cortisol, utiliza materias primas de la más alta calidad derivadas de origen natural. Todos los productos están enriquecidos con aceite de açaí, el cual proviene de las palmeras del Amazonas, y es uno de los antioxidantes más potentes que existen.
Los cocteles nutritivos de “Mar de Palma” tienen cuatro formatos: una vela, que es a su vez bálsamo hidratante; una crema calmante, un jabón puro vegetal en barra, y un jabón líquido restaurador, cada uno en las diferentes fragancias desarrolladas por la marca.
“Quisimos que nuestra marca fuera un proyecto que representara a Colombia de una manera única. Colombia es el tercer país con mayor diversidad de palmas en el mundo, y por esta razón decidimos nombrar nuestro proyecto ‘Mar de Palma’ y hacerle un homenaje a nuestra tierra. Cada palma en nuestro logo representa una fragancia y una región de nuestro país, con sus características”, explican María del Rosario y Matilde Rosa.
Las fragancias utilizadas en los diferentes productos de “Mar de Palma”, fueron concebidas de una manera muy especial, pues cada una de ellas evoca y obedece a una historia, un lugar, unas personas, un recuerdo, un momento vivido, que las creadoras quisieron traer al presente y dejar para la posteridad.
Casimba 1949, inspirada en la Palma de Coco, nació de los recuerdos de infancia en la isla Punta Casimba. Sus notas marinas transportan a esos momentos de paz y serenidad que se viven a orillas del Caribe colombiano.
Rosa Mística se identifica con la Palma Licuala, con aromas de una rosa muy viva y fresca, se inspira en las flores que se le regalan a la Virgen en sus festividades para hacer honor a las abuelas, quienes con su dulzura, amor y cariño transmiten devoción y fe.
De la combinación perfecta del mar y la montaña de la Sierra Nevada de Santa Marta, nace Sierra rememorando a la Palma de Açaí, la cual, con sus notas marinas y notas refrescantes del limón y las raíces de vetiver, conjuga dos perfiles en uno solo, y logra el balance justo en un aroma muy representativo.
Finalmente, OLT 1911 basada en la Palma Cera, recuerda al abuelo almirante mediante la mezcla de notas de madera suave, de cuero y miel, una evocación perfecta de aquellas tardes de música y eventos sociales de mitad del siglo XX.
Prontamente, llegarán las fragancias Macarena, con la Palma Azul como protagonista, y Filin, destacando a la Palma del Viajero, para continuar cautivando a un público que busca, así como sus creadoras, renacer, conectar con su corazón y su esencia, por medio de estos productos.
Encuéntrala marca en WWW.MARDEPALMA.COM y en Instagram como @bymardepalma