Compuestas en un 20 por ciento de fibras recicladas y un 80 por ciento de algodón sostenible, la colección se compone de dos prendas de la línea “Man” y otras dos de “Woman”, para la que se han empleado 6 toneladas de tejido de algodón recuperado, fibras que se han reciclado y tejido de nuevo, minimizando así el residuo textil y el impacto medioambiental de la colección. Todo ello a lo largo de un proceso en el que se ha empleado un sistema de teñido que ha permitido ahorrar un 85 por ciento de agua, y cuyo volumen total equivale al de las prendas recogidas por la compañía como parte de su proyecto “Second Chances”. Una iniciativa lanzada por Mango en el año 2016, con la que el pasado 2019 logró recoger más de 32 toneladas de prendas; el triple que las recopiladas por la compañía a lo largo de 2018. Una gran cantidad de materia textil desechada, que Mango se encarga de recopilar a través de 420 contenedores repartidos por todas sus tiendas en España, así como en otros países como Francia, Portugal, Alemania, Croacia, Holanda, Italia, Portugal y Reino Unido.
“Las prendas que se recogen, se clasifican para darles una segunda vida y, según su estado, se pueden reutilizar, volver a convertir en hilo, reciclar para funciones alternativas como el relleno de sofás o quemar para generar energía”, apuntan desde Mango a través de un comunicado; en relación a una iniciativa que realiza en colaboración con “Koopera”. Una cooperativa impulsada por Cáritas que contribuye a fomentar la economía circular y la sostenibilidad, además de fomentar la creación de puestos de trabajo y la inserción laboral.
Además del lanzamiento de estas primeras prendas “Second Chances”, la compañía se ha comprometido públicamente a dar continuidad a esta medida de manera anual. Lo que hará lanzando una colección de fibras recicladas, equivalente a todas las prendas recogidas en sus contenedores.
“Mango continúa avanzando en su compromiso hacia una moda más sostenible”, destacan desde la compañía española. Que durante los próximos años afirma que llevará a cabo un ambicioso plan dirigido a “la transformación sostenible de la compañía”. Objetivo final que pretende alcanzar a través de diferentes avances, como el de aumentar la proporción de fibras sostenibles de sus colecciones. Marcándose para ello como metas el que el 100 por cien del algodón empleado en sus prendas sea de origen sostenible antes de 2025; aumentar el uso de poliéster reciclado hasta el 50 por ciento antes de 2025; o que, antes de 2030, el 100 por cien de las firmas celulósicas que emplea sean de origen controlado. “Se trata de un hito muy importante”, apostillan, “puesto que contribuirá a mejorar la trazabilidad de los materiales utilizados para las colecciones”.