La exitosa actriz y la directora de Actual conversaron sobre muchos temas: sus distintas facetas, tanto en las pantallas, cómo fuera de ellas; el amor, la vida, sus proyectos, y un poco más. Esto nos contó:
Mayra Ríos: Una palabra que describa a Kimberly Reyes.
Kimberly Reyes: Alegría. Es una palabra que me define porque siempre trato de verle el lado positivo a las cosas. De hecho, eso a veces me hace ser un poco fantasiosa y confiar demasiado. Pero creo que la alegría es algo que viene de mi tierra Barranquilla; el buen humor que le ponemos a las cosas y que a pesar de que pasemos por momentos difíciles, tratamos de verle el lado amable y burlarnos de las cosas… Siempre logro tener una actitud positiva ante todas las cosas, sin importar por lo que esté pasando.
M.R.: ¿Cuáles son tus dos logros personales favoritos?
K.R.: Creo que, indiscutiblemente, uno de mis logros favoritos ha sido mi hogar. Yo soy hija de padres separados y toda mi vida, más que con soñar con la casita feliz, siempre dude que se fuera a dar para mí, decía que esos matrimonios eran uno en un millón y que es bastante complicado encontrar a esa pareja. Siento que, a partir de este logro, he logrado edificar tantas cosas en mi vida, que estoy construyendo mis sueños junto a una persona y, más allá del sentido romántico, era un anhelo que tenía, pero decía “bueno, si no pasa, no pasa nada”. Pero hoy día valoro mucho que Dios me premiara con mi esposo, porque de tenemos una relación super chévere y me la gozo cada día.
También mi profesión ha sido una bendición en mi camino; es algo que nunca me esperé. Sé que es un sueño muy competitivo, que pasan tantas cosas en este negocio y agradezco mucho a Dios por haberme colocado en el momento justo, con los proyectos que eran, para ayudarme con mi carrera. Yo nunca soñé con fama, pero si con ser reconocida por algo bueno que hiciera. Vivo muy agradecida con todas las bendiciones que mi profesión me ha traído.
M.R.: ¿Qué significa para ti haber participado en Miss Mundo Colombia?
K.R.: Yo no soñé con ser reina, ese fue un sueño de mi mamá. Toda la vida mi mamá decía que alguna de sus hijas tenía que ser reina. En ese momento, muy jovencita, estaba triste porque había terminado con quien era mi novio; estaba, como yo digo, en una ‘lipotusa’, flaca. Se me presentó la oportunidad de Miss Mundo y ni lo pensé, dije que sí, que me iba a despejar la mente y vamos a hacerlo. Iba sin muchas expectativas, pero como soy muy competitiva, no con los demás sino conmigo misma, en el momento en el que entré me cambió el chip y comencé a prepararme y se me metió en la cabeza que quería representar a mi país.
Cuando todo esto sucedió, fue para mí una experiencia increíble que me abrió muchísimas puertas. A raíz de Miss Mundo Colombia es que estoy en esto de la actuación, porque me pasaron una serie de eventos después de esto y la verdad que fue una decisión maravillosa.
M.R.: ¿Cómo fue tu inicio en la actuación?
K.R.: En el momento en el que estaba en el reinado conocí al manager de una amiga, Jose Rivera, y fue la primera persona que me dijo “tú de verdad deberías hacer esto, tienes madera”. Me recomendó un par de talleres de actuación que hice sin pensarlo mucho, sino para enriquecer mi hoja de vida y probar ciertas cosas nuevas; me encontré con que en realidad me gustaba mucho. No le di mucha larga y me regresé para Barranquilla, después de haber dejado unas hojas de vida en Bogotá. Me llaman un día para trabajar como presentadora en ‘Sweet’ y estando ahí, nueve meses después, el director Herney Luna estaba buscando una actriz preferiblemente costeña y me llamaron para hacer el casting. Ese fue mi primer acercamiento a la actuación y con ese personaje en el ‘El Joe’ entro a todo este mundo, con muchísimo nervio porque sentía que no me había formado lo suficiente. Sin embargo, me arriesgué y esa decisión, gracias a Dios, me ha traído muchas buenas sorpresas en la vida.
M.R.: ¿Con qué faceta te sientes más identificada: actriz, modelo, presentadora o reina?
K.R.: Todas esas facetas me las disfruto un montón porque me conectan a lo que me gusta. En la época en la que modelaba un poco más, como siempre me ha gustado estar detrás de las cámaras, era la propia que les tomaba fotos a mis amigas. Cuando empecé a presentar encontré una pasión y habilidades que no sabía que tenía. La actuación trajo a mí la posibilidad de sacar mis sentimientos, ser creativa con un personaje, imprimirle cosas. Cada una de esas etapas de mi vida saca algo diferente en mí. Yo no me quedaría con una sola porque todas me las he disfrutado al máximo, las repetiría 10.000 veces y a cada una le debo un espacio especial en mi vida. Soy apasionada por el arte y me logro conectar con la parte artística de cada una.
M.R.: ¿Qué reto te implicó interpretar el personaje de ‘La Diabla’?
K.R.: Fue un reto complicadísimo. Como actriz, no soy ambiciosa con los personajes, no me importa si es protagonista o si aparece dos capítulos; siempre digo que uno llega a algo, que es conectar con el televidente y la historia. Cuando me llamaron para ‘La Diabla’ tuve un poco de nervios porque era un personaje que la gente ya adoraba, con unas características muy definidas, y no había un lapso de tiempo entre la salida de una actriz y la entrada la otra (por el reemplazo de Majida Issa). Yo dije “bueno, voy a hacer el casting, voy a dar lo mejor de mí, pero Dios, si tú crees que esto no es para mí, ni afán tengo”. Cuando me dieron el personaje fue peor, porque ahí sí sentí la presión y no lo podía creer. Inmediatamente me fui a tomar clases de técnica vocal para lograr la voz del personaje, que me parecía que era clave; también a trabajar en los tiempos y el humor del personaje. Al principio no fue fácil, tuve ayuda de los directores y el equipo de trabajo ayudándome a conectar con el personaje hasta que, sobre la marcha, lo logré. Lo hice con mucho amor y mucho respeto, porque sé el amor que los fans le tenían al personaje. Gracias a Dios le fue muy bien y logró superar esa transición.
M.R.: ¿Qué papel o personaje te gustaría interpretar y con qué colega?
K.R.: Me encantaría que me dieran la oportunidad de interpretar un personaje…
Nicolás de Zubiría tiene la receta para ser el mejor papá