Jake Lloyd: del estrellato a la esquizofrenia
Foto: El Universal
Este año marca el cuarto de siglo desde el lanzamiento de «Star Wars: La Amenaza Fantasma», una obra de George Lucas que introdujo a Jake Lloyd como Anakin Skywalker. A pesar del prominente papel, Lloyd no continuó su carrera actoral, algo que se atribuyó a las críticas negativas hacia la película. Contrario a la creencia popular, su retirada del cine no estuvo relacionada con el filme, sino con circunstancias personales, incluyendo un difícil divorcio familiar, como reveló recientemente su madre, Lisa Lloyd.
En una entrevista profunda con Scripps News, Lisa ofreció detalles sobre la lucha de Jake contra problemas de salud mental que han persistido durante años. Especificó que su hijo, quien ahora tiene 35 años, ha sido diagnosticado con esquizofrenia paranoide, una condición que ella y el psiquiatra de Jake ven como una predisposición genética más que un resultado de su breve fama.
Lisa recordó cómo protegió a Jake de la negatividad en torno a «Star Wars», manteniéndolo alejado de internet y permitiéndole disfrutar de una infancia normal. Desmitificó la idea de que las críticas al film causaran su retirada, señalando cambios en su vida familiar como factores más influyentes.
La salud de Jake comenzó a declinar durante su adolescencia, experimentando confusión sobre su realidad, lo que eventualmente llevó a un diagnóstico formal. Lisa compartió un incidente particularmente alarmante ocurrido el año pasado, donde Jake provocó un embotellamiento de tráfico en un episodio de crisis mental, destacando los desafíos que ha enfrentado.
Actualmente, Jake se encuentra en tratamiento en un centro de rehabilitación de salud mental, donde ha mostrado signos de mejora significativa, recuperando su capacidad de socializar y reencontrándose con su yo anterior. A pesar de su tumultuosa relación con la fama, Jake mantiene un cariño especial por el universo de Star Wars, siendo fanático de las nuevas entregas, incluida la serie «Ahsoka» de Disney+. Su historia es un recordatorio de los desafíos únicos que enfrentan aquellos expuestos a la fama temprana, especialmente cuando se cruzan con luchas personales y de salud mental.