Por Mabel Katz
Los amigos son definitivamente una de las elecciones más importantes en nuestra vida. Al elegir amigos estarás decidiendo de quién quieres rodearte, qué energía buscas a tu alrededor, y de cierta forma, también estarás viendo un reflejo de ti mismo(a).
Es verdad que muchos amigos aparecen y desaparecen en nuestra vida, algunos permaneciendo por más tiempo que otros, y unos pocos seguramente estén allí para siempre. La amistad es una maravillosa construcción, basada en la confianza y el amor, tan sublime, como frágil.
Un buen amigo nos permite ser nosotros mismos, sin filtros ni caretas. Podemos compartir nuestras preocupaciones, y encontrar un abrazo o un hombro para apoyarnos en momentos difíciles. Son muchos los regalos que podemos recibir de un buen amigo, ellos son faros que se encienden en el horizonte e iluminan nuestro camino.
¿Sabías que algunos de nuestros amigos vienen de otras vidas? Unos habrán tenido una deuda con nosotros, otros serán acreedores nuestros, pero de cualquier forma, son siempre una bendición y una gran oportunidad de corregir errores de esas otras vidas.
Un buen amigo es aquel que nos hace recordar que tenemos un gran poder y que es hora de conectar con él, de parar de culpar y quejarnos, y por fin ir por la vida con una vibración más alta. Un verdadero amigo nos recuerda que tenemos el 100% de responsabilidad y que podemos trascenderlo todo cuando nos animamos a escuchar nuestro corazón y ser nosotros mismos.
A través del Ho’oponopono entendí que todos tenemos dos amigos inseparables, que están junto a nosotros momento a momento — claro, siempre que decidamos acercarnos a ellos. Uno es Dios, ese Dios adentro tuyo, que está más cerca que tu propia respiración, ese amigo eterno que te ama incondicionalmente, el que sabe todo de ti — sobre todo lo que es correcto y perfecto, y en el que puedes encontrar refugio porque siempre está disponible. El otro, no menos importante, tu niño interior (tu subconsciente) es el gran aliado para hacer esa conexión con Dios. Si bien tu niño interior no está en este plano, aun así, este es el plano con el que se identifica. ¡No lo olvides y ve de su mano cada vez que puedas, porque es el mejor socio que vas a encontrar!
Nuestro trabajo aquí en la Tierra, es despertar, tomar consciencia y ser quienes verdaderamente somos. Nuestros amigos pueden ser un puente que nos ayude a convertirnos en quienes siempre quisimos ser. Vive el presente, agradece por quienes tienes cerca y acéptate tal como eres, así también podrás aceptar a tus amigos tal como son y estar allí para ellos cuando te necesiten.
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