Está claro que la comida y la ropa no se llevan bien, nunca te atreverías a acercarte a una hamburguesa llena de salsas usando aquel precioso outfit que finalmente compraste y luces como una diva. No obstante, la moda logró unir la belleza con la gula y crear los `food prints´, que no es nada más estampados de perros calientes, sodas, salsas, donas, pudines, sushi y pizza en camisetas, vestidos, faldas y hasta shorts.
Varias marcas ya se unieron a la tendencia y crearon sus propias versiones, tal como es el caso de Moshino de la mano de su diseñador estrella, Jeremy Scott, quien en su colección de Otoño-Invierno 2014-2015, convirtió sus vestidos en plazas de comida rápida.