Por Jocelyn González
El nuevo álbum de Carlos Vives es un viaje legendario, un paseo por culturas ancestrales en el cual se descubren los orígenes anfibios de los patrones musicales más populares de Colombia, como vallenatos, cumbias y porros. Ha utilizado estos sonidos y los ha vueltos contemporáneos para llegar a un público que cada vez aprecia más el aporte musical que hace para rescatar y destacar la riqueza cultural del país.
‘Cumbiana’ es su álbum número 14 después de 27 años de carrera musical. En él se encuentran obras en solitario como ‘No Te Vayas’ y ‘Vitamina En Rama’, además de colaboraciones con artistas invitados como Alejandro Sanz, Jessie Reyez, Ziggy Marley y Elkin Robinson, y Rubén Blades, en las canciones ‘For Sale’, ‘Hechicera’, ‘El Hilo’, y ‘Canción Para Rubén’.
Conversamos con él y esto fue lo que nos contó.
¿Cómo nació ‘Cumbiana’? Y, ¿por qué la cumbia?
‘Cumbiana’ nace de todos estos años de trabajar, de entender que el alma de nuestra música es lo que llamamos cumbia. Cuando yo empecé cantando vallenatos y entré en su mundo, lo primero que me enseñó fue a ver la cumbia y a entender que hay un territorio cumbiero, porque la cumbia no es solo un ritmo o una danza, sino un territorio donde nace gran parte de nuestra música nacional. La cumbia está en el origen del Río Grande y de este entramado hidráulico que es nuestro río y nuestras cumbias, por eso yo la llamo la ‘cultura anfibia’. El territorio de las cumbias es el mismo territorio donde nacen los vallenatos y donde se da el porro, que es el cruce de la cumbia con el jazz y el swing americano que se tocaban en los barcos que subían por el río. Nuestro país lo define un gran río, o grandes ríos y sus ciénagas, entonces ‘Cumbiana’ es la palabra que encontré para denominar un territorio cumbiero que tiene que ver con el Bajo Magdalena, la depresión Momposina (donde se une el Río Cauca con el Río Magdalena) y descubrir todos estos años cantando vallenato e inventándome mi música, a partir de esos vallenatos, cumbias y porros; descubrir que la cumbia es la madre y que en la base cultural de esa cumbia existió un pueblo, que en las crónicas de Indias aparece como el país de los Pocabuy, una cultura anfibia que vivía sobre el agua y que de ellos heredamos melodías, instrumentos, tambores. Siempre escuchamos decir que la cumba venía del África y que los tambores de la cumbia eran de allá, pero realmente esos primeros tambores de la cumbia son americanos, estaban en este territorio. Entonces ‘Cumbiana’ es el término que encontré para llamar al territorio de la cumbia (que trae nuestro origen musical), y que además es el territorio de los vallenatos y de todos los géneros con los que yo he trabajado mis nuevas canciones
Si es tan tradicional al rescatar todos estos sonidos ancestrales, ¿por qué ‘Cumbiana’ es, según tus palabras, el disco “más atrevido y experimental” que has hecho?
Yo creo que mis discos siempre han sido atrevidos porque soy de la corriente que piensa que yo no puedo hacer folclor, porque el folclor no se electrifica, no se sube a un escenario, no se graba en discos; el folclor es alma, es decir, fueron las expresiones culturales de nuestro mestizaje. Después aparece la industria de la música y utiliza muchos de esos cantos folclóricos y los vuelve industria, los vuelve discos, los vuelve bandas de grupos que los tocaban y uno forma parte de es industria: yo soy una especia de Elvis que tomó los folclores de la región de donde vengo y ha tratado de hacer cosas modernas con ellos.
Cuando uno entiende la historia de la música, la historia del rock and roll, del rock y de pop, se da cuenta que en el origen las raíces de todo eso fue un blues en el sur de Estados Unidos, el ska y una serie de folclores de ese sur norteamericano que generaron toda la música moderna. Mi posición entonces, desde hace 27 años que grabé mi primer ‘Clásicos de la provincia’, fue buscar mi música moderna a partir de mi tradición, entonces siempre fui un atrevido, especialmente en una cultura que siempre pensó que hacíamos y grabábamos folclor y que esperaba que uno fuera un cantante folclórico, cuando ya yo no podía ser un cantante folclórico. Así que todos mis discos siempre fueron atrevidos porque encontré una forma nueva de proyectar esa música traída a la modernidad. Este álbum ‘Cumbiana’ es un paso más en es camino, porque hoy entiendo, y la gente oye sonidos urbanos y creen que todo es reguetón, y resulta que no, yo estoy usando las mismas herramientas que muchas veces usan la gente que hace reguetón, pero para poner patrones tradicionales. Lo hago con el vallenato: ‘La Bicicleta’ es montar un vallenato en sonidos nuevos, lo mismo ‘Robarte Un Beso’. Mis últimas canciones vienen ya experimentando sobre los nuevos sonidos y este álbum creo que es mucho más contundente dentro de ese concepto, por eso lo mío siempre va a ser rebelde.
Tú siempre buscas la manera de acercar, con tu música, la herencia cultural a las generaciones actuales. Según ves el panorama musical actual, ¿se está trabajando por ello o va camino a desaparecer esa herencia?
Yo creo que va a depender mucho de lo que hagamos. Es decir, tú vez las diferentes olas de la humanidad y estamos viviendo un poco después de la industrialización. Ha llegado todo este tiempo de los computadores, de lo virtual, de música que reemplaza los sonidos orgánicos e instrumentales por máquinas, y hay que entender que esos son nuevos instrumentos, así como antes habían cañas y los indios tocaban con ellas, y luego llegó la vihuela española y las guitarras, y después era de la industrialización trajo los acordeones y todos esos instrumentos los hemos tocado para hacer nuestra música. Hoy los computadores nos permiten seguir utilizando más instrumentos para expresarnos y va a depender de lo que hagamos con ellos. Si no se hacen cosas ricas y perdurables, pues muchos de esos géneros tienden a desaparecer, pero las nuevas tecnologías seguirán avanzando y tendremos nuevas formas de seguir haciendo la música. Yo, lo que si tengo claro y entendí con todos estos nuevos instrumentos (llámense sintetizadores o computadores), es que son los nuevos acordeones y las nuevas guitarras, son los nuevos medios para seguir llevado un mensaje. Entonces, claro, mucha gente dice “Ay, ya estás haciendo reguetón”, y yo digo que no, no todo lo que suena urbano es reguetón, es decir, no todo lo que suena moderno o contemporáneo es reguetón; estoy utilizando los patrones de la cumbia, de los vallenatos y los porros con estas máquinas.
Esa labor investigativa de las raíces sonoras colombianas, esos sonidos ancestrales que han definido nuestra música, ¿qué te ha enseñado de nuestro país?
Cuando yo hablo de ‘Cumbiana’ el territorio de la cumbia, estoy hablando de llamar la atención sobre un territorio que nos está mandando un SOS. Estoy tratando de llevar mensajes positivos y de consciencia de nuestra biodiversidad. Todo el sistema anfibio de Colombia, de los ríos, de ese delta que desemboca en el Caribe donde está Ciénaga, Santa Marta (mi ciudad), donde está Barranquilla, nos llama, y ese es el territorio que nos ha dado los vallenatos, las cumbias, lo porros. Lo mejor o la música más popular nuestra colombiana viene de ese territorio donde están los pueblos donde han nacido los grandes compositores, los mejores historiadores, los grandes musicólogos que nos contaron esta historia. Entonces, yo uso esos cantos para llamar a atención sobre el territorio, sobre la diversidad, sobre reconocernos y sentirnos orgullosos de ser españoles, indios, negros; de ser todo lo que somos, porque no solamente ocurrió en el origen, después hubo migraciones árabes y turcas que llegaron al Caribe y nos trajeron a Shakira y toda una cultura riquísima, y seguimos enriqueciéndonos por eso mismo, porque eso es América y es lo que somos nosotros. Yo aprovecho, por supuesto, estos sonidos que se prestan par que yo siga haciendo mis cosas y llegarle a la gente joven y que entienda que tiene en su cultura un potencial increíble que, antes de apartarlos, los une con el mundo y que en todo lo que se hace de la música moderna, nos guste más o nos guste menos, se están utilizando patrones raizales de culturas tan poderosas como la cultura de la música del sur de los Estados Unidos, de las cuencas del Caribe, de este territorio cumbiero de Colombia, de nuestra música colombo-venezolana, colombo-panameña. Hay mucho por explorar y todos los sonidos nos dan una oportunidad. Cuando yo escogí este camino, hacer esto hacen 27 años, me decían “Mira, pero eso se agota… es muy pequeño”, y resulta que es un universo que se ha abierto porque así es nuestra cultura, somo tan diversos en muchas cosas y eso a nivel creativo es importantísimo en estos tiempos, utilizar todo ese potencial que tenemos.
Lanzas este álbum en plena pandemia. ¿Por qué la decisión? ¿Qué hay de la gira, conciertos, promociones…?
Bueno, todo estaba ya programado. Hoy en día una compañía como Sony, para la que yo trabajo, no deja nada al azar. Yo había incluso empezado los viajes de promoción, había estado en España lanzando el primer sencillo de este álbum, habíamos volado a México a las reuniones con todas las plataformas para que conocieran el disco y habíamos tenido reuniones en Miami ya presentando todo el disco. Alcanzamos a hacer los dos primeros videos de ‘No Te Vayas’ y ‘For Sale’, este último con Alejandro Sánz y te cuento que cuando él venía en el tour de Suramérica habíamos programado hacer el video porque él tenía concierto en Bogotá, el cual no alcanzó a hacer y tuvo que regresarse a España porque ya la emergencia del coronavirus había empezado. Entonces esto está planificado ya hace mucho tiempo y cuando arrancamos con todo, nos sorprende la situación a nivel mundial, por eso es que alcanzamos a hacer algunas imágenes en el territorio, en el delta del Magdalena, hicimos imágenes que están en el especial. Bueno, no pudimos hacer todo el trabajo completo porque nos sorprendió el virus y puso a todo el mundo en cuarentena, así que nos ha tocado a todos desde la casa insistir en esta promoción, tratar de llegar a ustedes con el disco nuevo y seguir el camino como si nada hubiera pasado.
Resume ‘Cumbiana’ en tres palabras.
¡Dios mío!… Música del cielo, del agua y de la tierra. Te explico por qué: primero, los orígenes americanos de nuestra música son los mas espirituales. Segundo, luego nuestra música se volvió campesina, el origen de nuestra música es campesino, del hombre que trabajaba el campo y la tierra. Y el agua, porque los pueblos originales vivian sobre el agua, como cuando uno pregunta de dónde vino la palabra Venezuela y te dicen que, de una Venecia, porque cuando llegaron los europeos allí pasaba lo mismo que en delta del Magdalena, en el Lago de Maracaibo vivía un país sobre el agua. Esas eran las culturas anfibias que están en el origen de nuestra música.