Encantadore es una marca barranquillera de ropa de playa y vestidos de baño, creada por los hermanos Natalia y Mario Tobón en 2015. Hoy tiene presencia en más de 20 países, con un fuerte canal de exportaciones que ha reportado un continuo crecimiento, aún en pandemia.
Desde que concibieron la marca, trabajaron en su nombre para que conjugara todo aquello que querían transmitir: Encantadore es una palabra que describe a la perfección a su consumidor, una persona llena de encanto, cautivadora y que con su sonrisa ilumina todo lugar al que llega.
También dieron suma importancia al diseño de la experiencia que tendrían sus clientes al ingresar en la tienda Casa Encantadore, en la ciudad de Barranquilla. “Cuando comenzamos con Casa Encantadore, lo hicimos pensando en que las personas tuvieran una experiencia similar a cuando van a comprar un vestido de novia, sumamente especial y llena de detalles. El espacio es hermoso y transmite todo el sentir de la marca. Cada vez que un cliente llega queda sorprendido con el momento que vive de principio a fin, porque no es como llegar a otra tienda y simplemente comprar un vestido de baño, sino que aquí vive una experiencia elevada”, comenta Natalia, gerente general de Encantadore.
Uno de los retos que tiene Encantadore, según Natalia, es que el barranquillero conozca en qué consiste la marca, se enamore de ella y, por último, se sienta orgulloso de que es una marca barranquillera. “Cuando nuestro cliente termina de conocer realmente lo que somos, nos volvemos, no su marca ‘top of mind’, sino su marca ‘top of heart’”, menciona.
Pero, ¿qué hace tan especial a la marca?
Uno de los propósitos de Encantadore es lograr que sus clientes potencialicen su encanto y brillen con luz propia en todo lo que hacen, no solo viéndose mejor, sino sintiéndose mejor.
“Cuando se piensa en ropa de playa, es común ubicarla dentro del imaginario de lo que podría considerarse como superficial, porque supuestamente debemos vernos ‘perfectos’ para lucirla. Pero en Encantadore tenemos otra mirada: con ella te muestras al mundo como eres y quieres sentirte libre, pero, donde con el mínimo de prendas encima, te pueden surgir todo tipo de inseguridades. Por eso nosotros, con certeza y confianza lo digo, trabajamos muchísimo en lograr hormas que favorecen distintos tipos de cuerpo, característica por la que destacamos dentro del mercado. Porque en Encantadore nuestro primer propósito es que tú te sientas bien contigo misma para que realmente puedas disfrutar del momento para el que estás usando la prenda, se trate de vacaciones en familia, un paseo con amigos…”, explica Natalia.
Encantadore comprende que el momento de usar un vestido de baño es tan especial y personal; que la marca abarca un sentido de bienestar, disfrute, goce y tranquilidad; lo cual se traduce en un momento encantador. Por eso, su motivación es ofrecer prendas que acompañen a sus clientes en los momentos más especiales de su vida, momentos de libertad y emoción, sin miedos ni preocupaciones.
“Me siento bien, porque me veo bien. Me siento bien, porque le compro a una marca noble”, con esa frase en mente, Natalia ilustra lo que es conectar su primer propósito: hacerte ver y sentir bien, con otro igualmente importante, como es hacer uso de buenas prácticas en su producción.
Lograr que su compromiso con la sociedad y la sostenibilidad, sea algo con lo se identifiquen sus clientes, es sin duda un factor que potencializa la sensación de bienestar al vestir una de sus prendas, pues Encantadore es una marca responsable y amable, cuyo proceso de producción involucra el uso de materias primas sostenibles.
El proceso de estampación de la ropa de playa de Encantadore no requiere de agua ni productos químicos, reduciendo así, en un 80%, el impacto medioambiental con respecto al proceso de estampación tradicional. Además, a partir de su penúltima colección todos los vestidos de baño estampados están hechos a partir de botellas recicladas, con lo que reduce el impacto en el medio ambiente, no solo por la reutilización del material, sino por el ahorro energético inherente a los procesos de producción que no utilizan materias primas desde cero. Según sus últimas cifras, Encantadore ha conseguido darles un segundo uso a unas 20 mil unidades de estas botellas recicladas.
A lo anterior se suma que la no utilización de plástico en sus empaques fue incorporada como una de sus prácticas sostenibles más recientes. “En Encantadore nos hemos dado cuenta de la importancia de aportar al planeta. Cada vez hacemos más esfuerzos por volvernos una marca realmente sostenible. Nuestro reto y propósito es conseguir hacer moda que no impacte negativamente el medio ambiente”, dice Natalia.
Desde 2019, a través de la iniciativa Vamos Amar, Encantadore dio un paso más en su compromiso social. Trabajando de la mano de la Fundación Casita de Belén, ha logrado cumplir el deseo de muchos niños de Colombia: conocer el mar.
“Queremos cumplirles el sueño de conocer el mar a aquellos niños que no tienen los recursos para hacerlo. Queremos que tengan la oportunidad de vivir la experiencia que tienen nuestros consumidores, de conocer y disfrutar del él… Son niños que están en adopción, que no solo tienen carencias económicas, sino también afectivas. Su sueño más grande es tener unos padres, y con esto les queremos transmitir que sus sueños sí se pueden hacer realidad”, comenta Natalia.
Cada vez que un cliente adquiere una prenda Encantadore, una estrellita que firma le ratifica que está aportando su granito de arena para cumplirle el sueño a estos niños.
Es la más reciente colección de Encantadore, inspirada en esa naturaleza que está inhabitada por el hombre, una naturaleza plena con la que realmente se puede conectar y encontrar la paz que ella transmite.
“La inspiración para Habitat nació en pandemia, un momento en el que como humanidad lo que buscábamos era sentir paz y tranquilidad”, menciona Natalia.
En esta colección predomina el color azul en sus distintas tonalidades y las bases de colores claros con acentos en colores más vibrantes. A lo largo de ella se pueden encontrar salidas de baño que hacen ‘match’ con los vestidos de baño del mismo estampado, y también piezas de colores sólidos para aquellas personas que buscan prendas monocromáticas.
Continúa la propuesta de los ‘bodies’, que tienen la versatilidad de ser una prenda para vestir, y que también se puede usar como vestido de baño.
Sumado a la propuesta de la colección, Encantadore empezó a incorporar a su oferta nuevas piezas, dándole una segunda vida a telas de colecciones pasadas, como los pochets, y a cortes sobrantes de telas de prendas para mujer, como las piezas para niñas.
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