El príncipe Harry y Meghan Markle quieren dar un giro a sus vidas en Estados Unidos. Para ello, han tomado una decisión que así se lo permitirá. Los Duques de Sussex piensan ya en Malibú como su próximo lugar para vivir.
En 2018 llegaron a Fromage Cottage, una de las residencias reales en Inglaterra, y en 2020, cuando renunciaron a su tratamiento real, se marcharon a California sin pensarlo. Desde entonces residen en una exclusiva casa en Montecito que ahora ya piensan en vender. Una decisión que llega después de despejar, en cierta medida, rumores sobre su posible divorcio.
Según apunta el periódico ‘Mirror’, el hijo del Rey Carlos III y su mujer, además habrían tenido algunos problemas en su nuevo vecindario y es que a los Duques se les habría prohibió la entrada en un club privado cerca de su casa. Los miembros afirman que los jovenes hacen acuerdos con los paparazzi para que les esperen a la salida y eso incomoda a los asistentes al club, que desean mantener su anonimato.
Este hecho, sumado a la idea de que Meghan impulse de nuevo su carrera como estrella del cine y la televisión, han hecho que el matrimonio ponga en venta su mansión por 12 millones de euros auque si no les llega una oferta satisfactoria, no descartan quedarse con la mansión como segunda vivienda mientras desarrollan su vida en Malibú, el lugar preferido por los famosos.
Montecito les ha permitido estar cerca de numerosos rostros conocidos y amigos. Entre ellos, presentadoras como Oprah Winfrey, a la que ofrecieron su primera entrevista como pareja, o Ellen DeGeneres. La pareja habría optado por este cambio por motivos profesionales. Buscan un impulso mayor en sus carreras lejos de la realeza británica, especialmente en la de Meghan Markle como estrella del cine y la televisión.
En Malibú, se convertirían, de nuevo, en vecinos de estrellas como Lady Gaga, Leonardo DiCaprio, Miley Cyrus o Charlize Theron, entre muchos otros. Malibú es una de las zonas preferidas por los famosos por la privacidad, la playa y la cercanía a otros lugares. «Allí se encuentran las principales estrellas, productores y ejecutivos de los estudios. Pasan el rato, socializan y cierran tratos durante las cenas y las fiestas en la playa de la zona», le reconocen al citado medio.
No es extraña, por lo tanto, la decisión de Harry y Meghan. Saben, además, que contarán en su próxima mudanza con la ayuda de amigos después de años en el mundo de la actuación para integrarse entre la jet set de Hollywood.
UN CARNAVAL GASTRONÓMICO