Después de varias reuniones con importantes personalidades en Nueva York desde su llegada el jueves pasado, el príncipe Harry y Meghan Markle hicieron su aparición el sábado en el concierto que los llevó realmente a dicha ciudad: el Global Citizen Live.

Los Sussex se unieron a este evento para pedir apoyo a los países del G7 (los más ricos del mundo) y a la Unión Europea para donar a los más necesitados al menos mil millones de dosis de la vacuna anti-covid de manera inmediata.

El discurso se centró en remarcar la importancia de que todas las personas en cada país, sobre todo de los más necesitados, tengan acceso a las vacunas para acabar con la pandemia. Durante sus palabras, la gente reaccionó muy bien y expresó su apoyo al mensaje de la pareja.

Durante uno de los turnos de Harry, cuando dijo: «Mi esposa y yo creemos…», nuevamente los gritos y aplausos aumentaron, mostrando bastante simpatía por la pareja. En ese momento Harry tuvo que parar de hablar un poco hasta que los aplausos cesaron, pero aprovechó para acariciar la espalda de su esposa mientras ella se recargaba en su pecho, siendo éste uno de sus momentos más románticos sobre el escenario y tomándose de las manos nuevamente sin volverse a soltar durante la última parte de su discurso.

Finalmente, Harry continúo: «Mi esposa y yo creemos que el lugar donde naces no debería dictar tu capacidad para sobrevivir. Especialmente cuando existen tratamientos para mantenerte a salvo». Y la exactriz continúo: «Especialmente cuando el tratamiento existe para mantenerte a salvo».

«Entonces, ciudadanos globales, que estamos aquí esta noche, ¿creen que debemos empezar a tratar el acceso a las vacunas como un derecho humano básico?» y, después de unas últimas palabras más, la pareja le dio la bienvenida a la embarajora de Estados Unidos ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield.