Llegó diciembre con su aire fresco lleno de gozo y alegría, para disfrutar la época de mayor celebración de cada año y por supuesto, de este 2022.
Un año que termina, un tiempo de auto reflexión sobre lo aprendido que nos da la oportunidad de transcender y evolucionar. Época propicia para soltar y dejar ir, para liberar y limpiar el espacio en nuestro subconsciente, para crear y manifestar nuevas vivencias, nuevas relaciones, una vida con orden, paz y amor, como nos merecemos.
Es importante que hagamos conciencia del propósito de la familia. Todas las relaciones cercanas traen una intención evolutiva, nos espejamos, nos elegimos, e intercambiamos aprendizajes en todas las áreas que vinimos a sanar. La familia nos permite crecer, evolucionar y conquistar el programa de vida que trae nuestra alma. Mi sugerencia es que meditemos, miremos hacia nuestro interior y nos enfoquemos en lo esencial, para encargarnos y responsabilizarnos de lo que a cada quien le corresponde.
Hay variadas herramientas disponibles para utilizar. Este año mi trabajo ha sido el de soltar y liberar: soltar la rabia, el sufrimiento, las dudas, la desconfianza… todas esas memorias emocionales que duelen. Liberar estas memorias me permite abrir espacio para relaciones cálidas y sinceras, viajes nuevos, mañanas, noches y días en calma.
Como regalo de navidad a mis fieles lectores, les quiero compartir esta oración corta de Susana Majul, “Bombones para el alma”, para soltar y liberar memorias dolorosas.
SOLTAR Y LIBERAR
Cierro los ojos, me conecto con mi corazón y mi conciencia entera que está alerta escuchando mi proclamación de libertad y digo:
Suelto ahora todas las memorias de dolor, suelto los eventos, las situaciones de mi historia y las convierto en sabiduría pura, aunque no sepa cómo hacerlo. Hago espacio, me renuevo, regenero mi forma de amar, de vivir y de crear, porque hoy suelto y dejo ir el dolor. Y de manera fresca, entera, con todo el poder de una vida nueva que pulsa en mi interior, dejo que esto sea verdad. Es mi obra, mi poder y mi decisión. Por más grande que haya sido el dolor, hoy lo suelto, suelto el pasado ahora. En una respiración de luz mi cuerpo se relaja en la luz de la gloria nueva, de la victoria de mi alma que se da cuenta que soltar, dejar ir, olvidar, es crear de verdad una historia que valga la pena.
Recibo las recompensas de energías frescas, de ideas inspiradoras, de perdones, de abrazos sinceros, de amistades, de amores, de familia, que es lo que mi alma se merece. Vivo libre, suelto. Ya estoy lista para soltar y recibir mi vida nueva, protegida y parada en el coraje del que suelta. Permito que mi futuro sea un camino de puertas blancas que se abren a mi paso, mostrándome los regalos de una vida mejor, libre del dolor. Abro mi puerta blanca al futuro que me espera. Así es para mí. Gracias Dios porque ya has dado la orden que esto me sea conferido.