Por: Angie Carrillo Santis
Me encuentro de regreso a casa, igual que tú e igual que toda la humanidad. ¿Para qué tendríamos todos que regresar a casa? Ha sido un movimiento absoluto y de total urgencia si nos ha de tocar a todos. Y ahora me pregunto: ¿Qué traerá a nivel familiar, laboral y social, este regreso y cambio inminente en el que la vida nos puso a todos?
A nivel familiar, son las 11:00 a.m. de la mañana y en la cocina de la mi casa estamos mi esposo, mi hijo de 12 años y yo haciendo juntos el almuerzo. Christian, mi hijo, en cualquier momento va a coger la sala de cancha de football. Más tarde como a las 6:00 pm pondremos música, jugaremos parquez, o yo estaré leyendo algún libro que llevaba años olvidado en algún estante de la casa; con el muy común pretexto: para cuando tenga tiempo. Estamos aprendiendo a ser familia de nuevo, a cocinar, a reír, a dormir y descansar, a leer libros, para volver a nuestros talentos de la infancia como pintar, cocinar, escribir. Estamos haciendo de nuestra casa una fiesta donde cantamos a cualquier hora y ponemos música constantemente. Estamos haciendo de nuestra casa un templo donde cada familia ora por todos. Estamos aprendiendo a vernos, estamos compartiendo en el espacio justo para aquietar y reconciliar cualquier diferencia que hubiese. La casa se está viviendo!
Hoy, a las 10.00a.m. asistí a un webinar enfocado a las estrategias de la Comunicación Interna para generar una cultura de autocuidado y bienestar a nivel colectivo en las empresas. A las 11:00 a.m. di una consulta virtual en constelaciones familiares. A las 2:30 pm tuve una reunión de trabajo virtual con un equipo, estuvimos reunidos 15 minutos hablando de cómo nos sentíamos y dándonos estrategias para cuidar nuestras emociones ahora trabajando desde casa. A las 5:00 p.m. Transmití un LIVE, dando estrategias para estos momentos de cambio. Entonces, para qué estamos regresando a casa a nivel laboral? Para que todos hagamos de nuestras empresas organizaciones más humanas, para reinventarnos en espacios de bienestar y cuidado para sus colaboradores. Ahora toda promesa de una empresa debe ir ligada a un beneficio social. Estamos aprendiendo a valorar la empresa que es la familia y de ahí saldremos mas fuertes y enfocados en una mejor calidad de vida para todos.
Hoy cuando sean las 8 pm, yo desde mi casa me asomaré al balcón, para reconocer a los demás, a quienes están laborando en hospitales, a nuestros soldados y policías, enfermeras, médicos a nuestro presidente y demás gobernantes que están buscando nuestro bienestar desde las líneas de contagio que son las actuales líneas de batalla. Yo hoy me asomaré por la ventana a reconocerte a ti, que sin conocerte; desde que el camino de regreso a casa comenzó, yo empecé a orar por ti, por mí y por todos. Socialmente nos estamos reconociendo bajo la solidaridad, la confianza y la benevolencia. Estamos reconociendo que todos somos uno y que sólo estamos bien si todos estamos bien.
Sea a nivel familiar, laboral o social, el movimiento de regreso a casa nos está llevando conectar con el amor en todas sus formas y dimensiones. Estamos regresando al corazón de la casa, al corazón de la humanidad que reside en el corazón de cada uno. Para que desde ahí aprendamos a amar sin tener que pensar cómo hacerlo.