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SALUD Y VIDA

Publicado 12 marzo, 2024

Cómo aquietar los pensamientos negativos que te ensordecen


Por Papá Jaime

beautiful woman meditating outdoors. bali

Nuestros pensamientos nos acompañarán hasta el día de nuestra muerte y nuestra paz interior dependerá de la calidad de pensamientos que tengamos a diario. Desafortunadamente, nunca nos enseñaron la gran importancia que tiene este tema en nuestra vida, por lo que la gran mayoría de personas no se da cuenta de los pensamientos que pasan por sus mentes, lo que hace que fácilmente se dejen llevar por la angustia, el estrés, los rencores, los resentimientos y la envidia, dejando que muchas situaciones los desgasten y les generen emociones negativas.

Para que el ruido del exterior deje de ser ensordecedor, dejar de estar en piloto automático, y poder experimentar la paz anhelada por todos, debemos subir la frecuencia vibratoria de la mente, porque cuando las vibraciones son bajas nosotros mismos creamos pensamientos negativos, repetitivos e inconscientes que nos hacen sufrir y ver un mundo oscuro y sin sentido. Para liberarnos de ese estrés debemos tener una práctica espiritual diaria que nos lleve a conocernos. Una de las grandes diferencias entre oriente y occidente es que en oriente han desarrollado, implementado y optimizado la práctica espiritual como algo inherente a la vida diaria.


La meditación es parte de esta práctica que recomiendo comenzar a realizar para poder aquietar tu mente y empezar a vibrar más alto. Muchas veces, los pensamientos que pasan por tu mente son tan intensos y repetitivos que mientras estás meditando no existe ni un solo lapso de tiempo de silencio  entre pensamiento  y pensamiento. Tu mente es completamente bulliciosa y sientes que no puedes acallarla ni siquiera por unos segundos. En este momento, te recomiendo que practiques una técnica antigua, simple y eficiente, que es la meditación contemplativa.

Esta meditación puede durar entre 10 y 20 minutos, dependiendo del tiempo del que  dispongas. Debes desconectarte de cualquier tensión; no debes tener nada pendiente por realizar durante este tiempo. Si quieres, puedes poner una alarma musical de tono suave que te indique que el tiempo que planeaste para la meditación terminó, ya que así vas a estar totalmente relajado y no vas a pensar en que se te va a hacer tarde.



Lo primero que tienes que hacer es buscar un sitio cómodo, preferiblemente en contacto con la naturaleza y desconectar todas las cosas que te pueden distraer, como el teléfono, los timbres o las personas que puedan interrumpirte. Debes encontrar una posición cómoda y natural para ti, bien sea sentado o recostado. En esa posición que escojas, no debes tensionar ni sentir incomodidad con ninguna parte de tu cuerpo. Lo único importante es que tengas la espalda recta.

Una vez te encuentres en la posición adecuada, cierra los ojos y  busca en tu mente y en tus recuerdos un sitio preferiblemente natural en el que ya hayas estado y donde te sentiste tranquilo, alegre o relajado. Trae esta imagen mental al entrecejo (en medio de tus cejas), y comienza a contemplar y observar detenidamente las diferentes imágenes visuales de ese sitio. Mientras vas inhalando y exhalando lentamente, vas contemplando cómo son los colores, la luz, el paisaje, las formas, los tamaños y las sombras. A continuación, trata de percibir el olor que había en ese sitio. Siente el olor del aire, del pasto, las flores, las plantas, la tierra, etc. Continúa inhalando y exhalando y trata de escuchar qué tipo de sonidos había: sonidos como el canto de los pájaros, la lluvia, el viento, el agua corriendo, el sonido de los animales, del ambiente, etc. Trata de imaginarte que estás tocando con tus manos las diferentes texturas que había en ese sitio. Puedes sentir la aspereza, la suavidad, el calor, el frío, la humedad del lugar que estás apreciando. Trata de ver cada vez más y más detalles de ese sitio. Conviértete en un observador consciente y alerta de cada detalle nuevo que va apareciendo. Experimenta la paz y la tranquilidad que había en aquel sitio en ese momento. Siéntela, métele toda la emoción y sonríe.

Durante la meditación habrá momentos en los que tu mente se disperse y te saque de tu estado de contemplación tratando de bombardearte con pensamientos distractores, los cuales bien puedes observar, dejar pasar y volver a donde estabas. No te asocies con ellos; deja que pasen y regresa a donde estabas. Llegará un momento en que tu mente finalmente se suelte y se relaje, y en ese instante mágico podrás experimentar la paz interior que emana naturalmente de ese estado superior de consciencia, y el verdadero amor brotará de tu corazón.

No te desanimes si no logras tu objetivo en las primeras meditaciones. Si continúas con perseverancia y dedicación, verás al corto tiempo que el espacio entre un pensamiento distractor y otro empieza a distanciarse y, poco a poco, vas a ir fluyendo naturalmente en tu esencia pura, que es el estado de consciencia donde el verdadero amor reina. Si no te resistes, esa corriente te llevará a un estado de bienestar y paz interior total, para que después de tu meditación, puedas vivir tu día intensamente, llevando toda esa energía en tu corazón.


Si quieres profundizar en esta práctica, te recomiendo que entres a mi canal oficial de Youtube y escuches la meditación llamada: Que la paz sea tu prioridad.


Instagram: @papa.jaime

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liderazgo@papajaime.com


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