En un ameno diálogo con el presidente del BID, Mauricio Claver Carone, el cantante Carlos Vives agradeció el apoyo de esa entidad a su iniciativa ‘La Perla del Caribe’ y clamó nuevamente para que se mejoren las condiciones ambientales de la Ciénaga Grande Santa Marta.
“El Gobierno está pensando en la doble calzada porque además es una vía de alta accidentalidad, pero cruza un estuario que recibe el mayor número de aves en el mundo”, dijo Vives en el diálogo con Claver-Carone.
El artista consideró que “es la oportunidad de replantear y hacer bien esa carretera que permita ir recuperando el ecosistema de la Ciénaga para beneficio de todos”.
Vives y Carone hablaron de una situación difícil de la comunidad de la Ciénaga Grande que necesita mejorar su calidad de vida.
“Serán unas 50.000 personas empobrecidas en la medida en que el ecosistema se fue empobreciendo. Fuimos perdiendo las aguas dulces, la conexión de los ríos con la Ciénaga y el mar”, anotó Vives.
El autor de ‘Cumbiana’, el homenaje a ese inmenso cuerpo de agua, pidió por la salud de la ciénaga “porque si la ciénaga la seguimos secando y producimos más metano, seguimos derritiendo los nevados”.
Recordó que se construyó la carretera en la primera mitad del siglo pasado “esperado que llegara el progreso”, pero la comunidad realmente se empobreció.
En la charla, el máximo directivo del BID puso a la orden a esa entidad para la defensa de la ciénaga.
El artista también hizo parte del conversatorio ‘Diversidad biocultural y humedales’. Este espacio fue moderado por la profesora de la Universidad de Los Andes, Sandra Vilardy y tuvo como invitados a Sergio Díaz-Granados, director ejecutivo del BID por Colombia y Perú; Wade Davis, antropólogo y etnobotánico y al cantautor.
Llegó la oportunidad de hablar para Vives, quien comenzó diciendo que hay magia en la gente que vive cerca a los ríos, y así fue cómo llegó a la música, esa música que viene de un lugar que él conoce muy bien, “la música me demostró el territorio” y en ese espacio se mezclaban diversos géneros, el vallenato, el jazz, el merecumbé, entre otros sonidos.
Y así fue cómo le surgió el término de Cumbiana, un lugar que desconoce de regionalismos pero que se rige por la música, por ese crisol de culturas intervenidas por nativos, europeos, africanos y sirio-libaneses.
Por otro lado, habló de cómo se ha maltratado al territorio y sus gentes, y que la música, como la cumbia o el porro no se puede perder, esto no se hace grabando, sino cuidando de sus creativos.
«Se hace necesario cuidar nuestro territorio, nuestros ríos, montañas y páramos, no es con Grammys que salvaremos a la gente, es cuidando la naturaleza, insisto, esto no es con discos, es cuidando nuestro territorio. Si seguimos cuidando nuestras aves van a seguir surgiendo canciones”, dijo Vives, quien luego interpretó una parte de «La pava congona».
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