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Publicado 25 enero, 2025
Carlos III evita aconsejar a Kate Middleton sobre su futuro como reina consorte.
A pesar de la estrecha relación entre el rey Carlos III y su nuera, el monarca ha optado por no ofrecerle consejos sobre su futuro papel como reina consorte. Esta decisión se debe a su deseo de evitar cualquier insinuación sobre la duración de su propio reinado.
Según el autor real Christopher Andersen, Carlos III y Kate han fortalecido su vínculo a través de experiencias compartidas, como sus respectivas batallas contra el cáncer. Sin embargo, el rey prefiere no discutir con ella sobre su eventual ascenso al rol de reina consorte, ya que podría interpretarse como una señal de que anticipa un reinado corto. Después de esperar más de 70 años para ascender al trono, Carlos III tiene la intención de permanecer en él durante muchos años más.
Foto: El rey Carlos III y la reina Camila saludan desde el balcón del Palacio de Buckingham.
Esta postura también se extiende a su hijo, el príncipe William. Aunque el heredero al trono se está preparando para sus futuras responsabilidades como rey, las conversaciones sobre este tema se manejan con discreción, debido a la sensibilidad que implica.
A pesar de no ofrecer consejos directos sobre su futuro papel, Carlos III ha demostrado su confianza en Kate al otorgarle el título de Dama Real de la Muy Honorable Orden del Baño, una de las más altas distinciones en la realeza británica.
Este gesto refleja el respeto y la admiración que el monarca siente por la princesa de Gales.
Por su parte, la reina Camilla también ha evitado discutir el rol de reina con Kate, manteniendo una relación de respeto mutuo. Mientras tanto, el príncipe William continúa preparándose para sus futuras responsabilidades, manejando el tema con la discreción que la situación requiere.
En resumen, aunque Carlos III mantiene una relación cercana y de apoyo con Kate Middleton, elige no ofrecerle consejos sobre su futuro como reina consorte para evitar cualquier implicación sobre la duración de su propio reinado. Esta decisión subraya la sensibilidad con la que la familia real maneja las transiciones de poder y los roles futuros dentro de la monarquía.
