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Publicado 16 marzo, 2016

Las compañías húngaras Müpa Budapest y Recirquel Company Budapest retoman esta semana su espacio en el Festival Iberoamericano de Teatro de Bogotá (FITB) con «Paris de Nuit», un montaje que recrea la tradición de los cabarés y los lleva hasta el siglo XXI con un toque decimonónico.

El espectáculo, que regresa el jueves al escenario tras cinco presentaciones al inicio del festival y que permanecerá en cartel hasta el 27 de marzo, está basado en el trabajo fotográfico del húngaro Brassai, seudónimo de Gyula Halász, que encontró su espacio de trabajo en la calle y en los burdeles de lujo de París, explicó a Efe el director del espectáculo, Bence Vági.

«Creo que el cabaré fue un arte muy honesto, las formas eran más cercana a la audiencia y siempre puedes ver la reacción de los artistas», señaló Vagi.

En este sentido, destacó que siempre hay algún punto del espectáculo en que los artistas están tan cerca de la audiencia que los asistentes pueden ver «sus emociones reales», una de las razones por las que siempre le ha gustado tanto el cabaré.

Para recrear el espectáculo, que mezcla equilibrismo, espectáculos de corte circense, malabares y la sensualidad propia del cabaré, Vagi tuvo que hacer una gran investigación en la tradición berlinesa, parisina y aquincense, si bien Brassai les dio «el código» para entenderlo.

El fotógrafo húngaro no solo dejó sus instantáneas, sino que también escribió diarios y novelas que permitieron a los actores traducir al siglo XXI los cabarés de las dos centurias anteriores mejor que con las películas más recientes que no permiten «entender cómo fue en realidad».

El espectáculo se completa con música en vivo compuesta por Péter Sárik, pero con la intención de imaginar qué sucedía en las fotos de Brassai, no meramente de copiar lo que aparece en ellas.

«(Imaginamos) cómo vivía esa persona y cómo se podía haber vivido (su arte). Estábamos más adaptados a las ideas de la personalidad del artista», agregó Vagi.

Además, en el espíritu del espectáculo también está la influencia de muchos artistas como Modigliani, Picasso o Toulouse-Lautrec, que vivieron un París que fue el gran epicentro cultural de la época.

«Es interminable la cantidad de artistas, pero Brassai es muy especial», dijo Vagi sobre el fotógrafo a quien dedicó su trabajo de maestría.

En total son once artistas los que toman el escenario al lado de una orquesta de jazz con seis músicos, en un escenario propio de la época y unas mesas en el frente del proscenio que recuerdan a la película «Cabaret», dirigida por Bob Fosse y protagonizada por Liza Minnelli.

Después de los espectáculos en Bogotá, Vagi ha percibido una gran cercanía con el público colombiano que se mantiene dentro del espectáculo e interactuando con los artistas todo el tiempo, al revés de lo que sucede en Hungría, donde solo al final recibe un gran aplauso.

«Es muy diferente en cada país, en Hungría tenemos un poco más influencia de comunismo, así que la gente aplaude toda al mismo tiempo, mientras que en Francia la audiencia lo hace desde el corazón y creo que es lo mismo aquí», concluyó.

El FITB, que se celebra en Bogotá desde 1988 y cuya XV edición comenzó el pasado 11 de marzo, cuenta esta vez con 134 obras, 32 países invitados y 3.650 actores que tomarán la capital colombiana hasta el próximo día 27.

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