La NASA anunció en un comunicado que le concedió a la Universidad de California en San Diego (UCSA) un monto de 5,8 millones de dólares para desarrollar taxis voladores con motor eléctrico.
Con este aporte la a UCSD liderará un grupo de cinco universidades y empresas en la creación de un software para diseñar flotas de aviones de despegue y aterrizaje vertical.
Este sistema futurista de taxis y transbordadores voladores se podría concretar en los próximos años gracias al trabajo de un equipo de ingenieros abocados a desarrollar una nueva tecnología en medios de transportes.
John Hwang, ingeniero mecánico y aeroespacial de la Universidad de California en San Diego explicó a los medios locales que «los clientes irían a paradas de taxi convenientemente situadas, donde podrían pedir un viaje con una aplicación de smartphone y unirse a otros pasajeros para transportarse rápidamente a distancias significativas en zonas donde el tráfico terrestre suele estar congestionado».
Hwang agregó que «algunos taxis podrían ser sin piloto, volando rutas automatizadas y preestablecidas. Un viaje de 90 minutos por tierra a un lugar de trabajo en el centro de la ciudad podría reducirse a un vuelo en taxi aéreo de 15 minutos».
Este proyecto tendrá una duración de tres años de duración y, en ese tiempo, dará lugar a un conjunto de herramientas de simulación y optimización de código abierto que las empresas podrán utilizar para diseñar el avión de despegue y aterrizaje vertical eléctrico (óptimo para sus necesidades.
A partir de varios parámetros, como el número de pasajeros, la velocidad de crucero deseada y la autonomía requerida en cada vehículo, estas herramientas permitirán a los ingenieros determinar el número y la forma óptimos de los rotores, la forma del ala, el diseño estructural, el tamaño del sistema de propulsión y otros aspectos del diseño que permitan obtener una más rentable, garantizando al mismo tiempo su seguridad y funcionamiento silencioso.
Hwang aseguró que su equipo «Desarrollará modelos para todos los aspectos de la aeronave -como la aerodinámica, las estructuras, la acústica, la batería y el rendimiento del motor- y aprovecharemos estos algoritmos de optimización para navegar por los aspectos más complejos».
Se espera que esta nueva clase de vehículos empiece a funcionar en cinco años. Un estudio de mercado encargado por la NASA estima que estos servicios serán rentables en la década de 2030. De hecho, United Airlines y la empresa Archer Aviation acaban de firmar un acuerdo para la compra de 200 de estos aviones, cuyo estreno está previsto para 2024.
En definitiva, este nuevo medio de transporte -un híbrido entre un helicóptero, un avión y un dron- pretende ahorrar tiempo, al tiempo que limita las emisiones de carbono relacionadas con los viajes en las zonas urbanas al funcionar exclusivamente con electricidad.
«El objetivo de la movilidad aérea urbana es aliviar la congestión del tráfico y reducir los tiempos de viaje», concluyó Hwang.
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