El prestigioso certamen de belleza Miss Universo enfrenta una crisis financiera luego de que la empresa tailandesa JKN Global Group, propietaria del concurso, se declarara en quiebra.
La compañía, liderada por Anne Jakapong Jakrajutatip -una mujer transgénero-, adquirió el certamen por 20 millones de dólares en un momento en que se promovía la inclusividad, permitiendo la participación de madres y mujeres casadas, así como la incorporación de al menos dos mujeres trans por primera vez.
Sin embargo, JKN Global Group ha acumulado una deuda significativa que busca reestructurar para superar un «problema de liquidez», según BBC. El año pasado, las acciones de JKN experimentaron una caída drástica, disminuyendo más del 80%.
Aunque la empresa asegura que continuará sus operaciones durante el proceso de rehabilitación, no cumplió con el plazo de pago de aproximadamente 12 millones de dólares correspondientes a bonos emitidos para financiar la adquisición.
Declararse en quiebra no significa necesariamente que una empresa esté a punto de quebrar. Tal y como recuerda CNN, muchas grandes empresas han utilizado la declaración de quiebra como herramienta para deshacerse de deudas y costes que no pueden asumir.
El Tribunal de Quiebras de Tailandia ha fijado una audiencia para la petición de rehabilitación empresarial el 29 de enero, marcando un hito crítico para el futuro del certamen.
Cabe destacar que, bajo la gestión de JKN, se implementaron cambios significativos en el formato del concurso, abriendo las puertas a la participación de mujeres con roles familiares diversos y ampliando la representación transgénero, en sintonía con la evolución social.
El formato revisado también contará con al menos dos mujeres trans por primera vez después de que Marina Machete se convirtiera en la primera mujer transgénero en ganar Miss Portugal y Rikkie Valerie Kollé fuera coronada Miss Holanda en julio.
Miss Universo, un evento anual con una historia que abarca siete décadas y transmitido en más de 165 países, se encuentra en una encrucijada financiera. La situación actual plantea incertidumbre sobre el futuro inmediato de uno de los concursos de belleza más destacados a nivel mundial.
La organización fue copropiedad de Donald Trump desde 1996 hasta 2015, cuando fue vendida debido a la negativa de socios de televisión a transmitir el certamen, motivada por sus controvertidos comentarios sobre inmigrantes ilegales hechos durante su campaña presidencial de 2016.
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