La tragedia marcó a la comunidad de Uvalde, Texas, el pasado 24 de mayo, cuando un joven de 18 años irrumpió en la primaria Robb y disparó a sus estudiantes. En el tiroteo fallecieron 19 niños y 2 maestras.
El centro del pueblo rápidamente cambió para recordar a las víctimas: 21 cruces blancas con corazones azules fueron colocadas alrededor de la fuente que adorna la plaza principal. En cada una de ellas se podía leer el nombre de uno de los fallecidos.
El suceso conmovió a todo Estados Unidos, y gran parte del mundo, incluyendo múltiples celebridades que condenaron los hechos en redes sociales.
El jueves 26 de mayo, apenas dos días después del lamentable suceso, el pueblo de la tragedia recibió una visita sorpresa: la de la duquesa de Sussex.
Vestida con un par de jeans, camiseta blanca, una gorra oscura y una par de tenis, Meghan Markle, caminó alrededor del memorial de las víctimas del tiroteo cabizbaja y con los brazos cruzados.
Visiblemente afectada y con lágrimas en los ojos, la esposa del príncipe Harry llegó al memorial improvisado a las puertas del juzgado, junto a la escuela primaria en la que tuvieron lugar los asesinatos, y dejó un ramo de rosas blancas junto a la cruz colocada para Uziyah García, una de las niñas fallecidas, de 8 años de edad.
La ex actriz ignoró las preguntas de los reporteros presentes, pero su portavoz aseguró a la revista ‘People’ que la visita es «a título personal, como una madre más, para ofrecer sus condolencias y apoyo a una comunidad que experimenta un dolor inimaginable en estos momentos».
Meghan no había avisado de su visita a la prensa, de hecho, no habló con ningún periodista, y acudió acompañada de un guardaespaldas.
Tras el memorial, la duquesa visitó el centro comunitario, donde llevó alimentos y bebidas para las familias de las víctimas. «No teníamos ni idea de quién era. Vino y habló con nosotros sobre lo que había sucedido, muy apenada. Entró y comenzó a poner agua helada en el balde, como el resto de nosotros, y a colocar papas fritas para los donantes de sangre. Pensamos que era una vecina», ha dicho uno de los voluntarios del centro.
La aparición pública de la ex integrante de la realeza británica coincide con los titulares de noticias sobre el grave estado de salud de su padre. Thomas Markle sufrió un derrame cerebral el pasado 24 de mayo.
De acuerdo con diversos reportes de medios, cuando fue trasladado de emergencia a un hospital en Chula Vista, California, en la ambulancia perdió el habla y tuvo que explicar sus síntomas por escrito.
Aunque en un principio Samantha Markle, media hermana de la famosa, aseguró que buscaban privacidad en estos momentos, el 25 de mayo reprochó el actuar de la estrella de ‘Suits’ en la situación. “Ninguno de nosotros ha sabido nada de Meghan, eso es negligencia», expresó a la cadena británica GB News.
Es bien sabido que Meghan y Thomas Markle están distanciados desde la boda de ella con el príncipe Harry.
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