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Publicado 8 marzo, 2022

¿Cuál es el verdadero poder de las mujeres?

Todavía en nuestro tiempo existen mujeres que piensan que su poder es un obstáculo para lograr sus propósitos, creen que aquello implícito en lo femenino hace que sean percibidas como seres débiles y demasiado sensibles.

Por Papá Jaime / IG @papa.jaime

El mundo está cambiando constantemente. La cultura de cada país, sus costumbres y creencias también evolucionan todo el tiempo. Lo que hoy vemos como aceptable, en años anteriores era totalmente inaceptable; lo que hoy es bueno, anteriormente era considerado malo. El ser humano se va ajustando a las circunstancias y a los cambios generacionales, para poder desenvolverse sanamente dentro de su medio.

Hace ya más de 40 años, tuve la magnífica oportunidad y el privilegio de poder contratar a las dos primeras valientes mujeres para trabajar en la exploración sísmica, en un campamento petrolero aquí en Colombia. Cuando ellas llegaron a aquel campamento, la sorpresa fue grandiosa, ya que en esa época las miraban como si fueran un bicho raro. No entendían cómo esas lindas mujeres podían también ser inteligentes, pues antes la mujer era vista como un simple objetivo sexual y nada más. En ese campamento petrolero donde había más de 150 hombres, las nuevas trabajadoras sufrieron muchas adversidades, pero muy pronto nos demostraron ampliamente su capacidad de liderazgo y creatividad, al aflorar en ellas el sentido de compromiso, la pasión, y la responsabilidad, que la mayoría de sus compañeros varones no tenían. Ellas rompieron el paradigma machista, rígido y estúpido característico de aquella época, aportando magistralmente lo mejor que tenían, pues su forma de mirar las cosas era diferente a la de los hombres. El empoderamiento que se dio en ellas fue increíble: lograron enfrentar sus miedos, sacando a relucir el coraje y la valentía que llevaban dentro. En el ámbito laboral se dieron cambios espectaculares, al propiciar una comunicación más asertiva, mayor atención y cuidado a los procesos, todo gracias a que las mujeres eran muchísimo más detallistas, y como si fuera poco, su liderazgo altruista, humano y amoroso prevenía el maltrato y la discriminación absurda de esa época.

Si observamos a través del tiempo la evolución que ha tenido el rol de la mujer dentro de la sociedad, se han dado cambios grandes e importantes, pues la mujer ha empezado a ser tenida en cuenta en espacios que antes eran dominados netamente por los hombres, como se evidencia en el campo político, económico, intelectual e incluso, religioso. Pero lo más admirable es que hay algo que no ha cambiado y se ha mantenido igual, se trata del verdadero poder femenino, un poder natural que es su esencia, algo que ha perdurado en la mujer a pesar de que, a lo largo de la historia, han tratado de arrebatárselo. Sin embargo, ese poder mágico tan obvio y natural en muchas mujeres, es desconocido para otras que no lo perciben, no lo entienden, ni lo explotan; pues todavía en nuestro tiempo existen mujeres que piensan que su poder es un obstáculo para lograr sus propósitos, creen que aquello implícito en lo femenino hace que sean percibidas como seres débiles y demasiado sensibles.

Ese poder del que hablo, es el rol espiritual que tienen las mujeres en el mundo. Y es importante que ellas sean conscientes de su fuerza. A pesar de haber sido ignoradas, maltratadas, despreciadas y silenciadas durante tantos años, el espíritu de la mujer sigue intacto; ellas siguen llenas de fe, amor y pasión por la vida, gracias a esa poderosa chispa interior que ha sobrevivido por miles y miles de años a través de la historia.

¿Pero, cuál es ese poder espiritual del que hablo? ¿Qué es eso que las hace diferentes de los hombres, y las hace tan poderosas? Es aquel poder y sensibilidad intuitiva que tienen las mujeres para cambiar el miedo por amor; aquel poder que hace que donde haya oscuridad, salga la luz; que donde no haya esperanza, aparezca la ilusión; que donde haya soledad y tinieblas, llegue el coraje, la luz y la entereza. Todo ese poder es dado por el corazón, el mismo que las hace sensibles, amorosas y tiernas.

Si eres mujer, y tienes dudas acerca de lo que tu corazón te está diciendo, haz un alto en tu camino y escúchalo amorosamente en silencio, porque él nunca se equivoca, él será tu guía en tu camino, y es el que va a hacer que el cambio que quieres ver en este mundo se pueda dar, pues cuando tú cambias, el mundo se transforma.