Lo que arrastra Barranquilla en la historia de Colombia da como para compararla con el Génesis, el punto de partida de la humanidad según la Biblia. Puede sonar a exageración, pero si repasamos lo que inició aquí, veríamos que no estaríamos muy lejos de considerarlo así.
En resumen, por esta, la hoy Capital del Atlántico, entró el progreso nacional, comenzando por el transporte, incluso hasta encontrar que los estancos, exclusivos locales comerciales de venta de licores, surgieron aquí y el estilo fue copiado en el resto de la nación.
El 7 de abril de 1813, el gobernador del estado de Cartagena, Manuel Rodríguez Torices, la elevó a categoría de Villa de Barlovento, momento a partir del cual empezó a abrirse paso en el progreso, convirtiéndose en ciudad pionera en Colombia en diversos aspectos.
Un repaso de los hechos históricos más importantes que muestra a una Barranquilla antes de llegar a lo que hoy es.
Los fundamentos portuarios de la urbe para el comercio exterior se habían ido prefigurando en la época colonial. En aquellos tiempos, la pequeña población y su puerto fluvial en gestación se conectaban con la bahía de Sabanilla para el contrabando, principalmente.
El primer puerto marítimo del sistema fue Sabanilla, debido a su cercanía con el puerto fluvial, situado en Barranquilla, para la exportación de productos, y para la inspección y control del contrabando, con la construcción de «el fortín de San Antonio», conocido en la actualidad como el Castillo de Salgar. Posteriormente en los inicios de la República, el General Tomás Cipriano de Mosquera le inyectó una importante inversión para adaptarlo como estación de control aduanero.
Durante el siglo XIX fue un importante puerto comercial por el cual salían hacia el extranjero los productos del interior del país, por lo cual a su alrededor se formó la provincia de Sabanilla.
El Ferrocarril de Bolívar fue el primer ferrocarril construido en la actual Colombia. Comunicaba a Barranquilla con el Puerto de Sabanilla, contaba con una longitud de 28kms y 3 estaciones: San Antonio de Salgar en Sabanilla, una estación intermedia en La Playa y la Estación Montoya en Barranquilla.
El 25 de Agosto de 1865 la casa alemana Hoenigsberg Wessels & Cia firma el contrato para la construcción del Ferrocarril de Bolívar el cual se comenzó a construir hasta 1869 y se inauguró el 1 de enero de 1871 como respuesta a la necesidad de contar con un medio de transporte que agilizara una conexión más rápida entre Barranquilla y el puerto de Sabanilla.
Para 1887 la compañía Barranquilla Railway & Pier Company Limited, adquiere la línea Barranquilla – Salgar, con el objetivo de extender el ferrocarril hasta Bahía Cupino, lugar donde se construye el muelle de Puerto Colombia, línea férrea que se inaugura en 1893.
El Muelle de Puerto Colombia se convirtió de inmediato en la joya de la corona del puerto complejo moderno desarrollado alrededor de Barranquilla. Eliminó la dificultad que existía con el fondeado de los buques marítimos en Sabanilla y Salgar, y agilizó el comercio exterior, al recibir en su estructura varias naves simultáneamente.
Barranquilla se convirtió en la ciudad pionera de las comunicaciones telefónicas en el país al instalar los primeros aparatos. William Ladd fue el primer gerente de la Compañía Americana encargada del contrato con el Municipio de Barranquilla, y el 13 de diciembre de 1885 el señor Pedro R. Vengoechea recibió en Barranquilla el primer aparato telefónico que llegó a Colombia.
La Compañía de Teléfonos de Colombia y Panamá, radicada en este último país introdujo a Barranquilla 25 aparatos telefónicos que fueron instalados en oficinas públicas y casas comerciales, para ser dados al servicio el 1ro de septiembre del mismo año.
Un año después de los primeros intentos por sobrevolar a Bogotá, el 29 de diciembre de 1912, llegó a Barranquilla, bajo los auspicios del comerciante barranquillero José Víctor Dugand Gnecco, el piloto canadiense John Smith, un joven de veintiún años ( para hacer el que se considera el primer vuelo en Colombia, en los terrenos del que sería el actual Parque Once de Noviembre
El piloto norteamericano William Knox Martin, en compañía del industrial Mario Santo Domingo, en el avión monomotor El Bolívar despegó a las 5 p.m. en el parque Once de Noviembre con dirección a la citada población. Al llegar el avión a la plaza de Puerto Colombia, bajó hasta casi tocar el suelo, y Santo Domingo entregó a Arturo De Castro un saco de correo con 164 cartas y una emisión de 50 estampillas de sobretasa de 2 centavos emitida en 1917.
El impacto que tuvieron las exhibiciones de Knox Martin, durante este año, abrió la posibilidad de establecer un servicio aéreo en el país, iniciativa alcanzada tempranamente en Colombia, si se tiene en cuenta que en América Latina, sólo a partir de 1921 la Compañía Mexicana de Aviación inició operaciones, o sólo en 1925 se fundó Lloyd Aéreo Boliviano, LAB, la segunda empresa aérea que, con capital francés, inició sus vuelos en ese año desde la ciudad de Cochabamba.
Hoy Colombia ostenta el título de tener la compañía de aviación más antigua de América, pues su consolidación pasó por el establecimiento de la compañía Colombo-Alemana de Transportes Aéreos, SCADTA, actual Avianca.
La contribución de la Cámara de Comercio de Barranquilla al proceso de modernización que vivió la ciudad en las primeras décadas del siglo XX, fue muy significativa. Fue la que impulsó el proyecto de tratamiento del agua potable para Barranquilla, mediante el análisis de su viabilidad y la conveniencia de los créditos de la Central Trust Company de Chicago, para su ejecución.
Este hecho histórico representó para la ciudad un avance sumamente importante: la localización de inversiones, la cualificación del nivel de vida de sus habitantes, proyectos para la pavimentación de las calles de arena y la construcción de un mercado público municipal. Estas obras de gran valor para la infraestructura de la ciudad, para dinamizar su vida comercial y para la calidad de vida de sus gentes, dieron origen a la creación de un ente que tuvo la responsabilidad de administrar los servicios públicos de la Barranquilla de entonces: las Empresas Públicas Municipales de Barranquilla.
La radiofonía en Colombia es uno de los medios de comunicación masivos más populares. A pesar de haber sido un país eminentemente rural, Colombia fue uno de los primeros países en Latinoamérica en desarrollar la radio.
El 8 de diciembre de 1929, la emisora HKD que se transformaría en La Voz de Barranquilla, primera emisora comercial de radio privada de Colombia, con sus transmisiones al público en general. Su organizador fue Elías Pellet Buitrago, un ingeniero eléctrico y experimentado radioaficionado barranquillero.
En 1920, luego de que terminara la Primera Guerra Mundial y abrieran el Canal de Panamá, comenzó a funcionar de manera sostenida el puerto de Buenaventura, por donde se empezó a exportar café hasta sobrepasar considerablemente el número de toneladas que salían desde Puerto Colombia.
Fue entonces cuando en Barranquilla decidieron hacer un super puerto para contrarrestar la competencia, con la apertura de los tajamares de Bocas de Ceniza, en 1936, pasando a ejercer la funcionalidad que anteriormente tenía el de Puerto Colombia.
En Colombia, en 1959 se fundó en Barranquilla la primera Zona Franca, lo que convertiría a esta ciudad en pionera, en tener una Zona Franca de categoría industrial y comercial, a nivel internacional.
El inicio del proceso y lucha para que Barranquilla tuviera una zona franca fue obra de la Corporación Cívica de Barranquilla, bajo la dirección de Karl C. Parrish y José Raimundo Sojo, quienes en 1958 elaboraron el anteproyecto de ley y la exposición de motivos, la cual se convirtió en la Ley 105 de 1958. Esta ley fue fruto de la gran labor que realizó Alberto Pumarejo, senador de la República, y fue firmada por el presidente Alberto Lleras Camargo. La zona franca de Barranquilla fue fundada en marzo de 1959 e inició operaciones el 5 de octubre de 1964, bajo la dirección de Julio Gerlein Comelin.
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