La Starship de Elon Musk, casi, lo logra. Por primera vez el prototipo funcional SN10 de la nave de SpaceX logró aterrizar en vertical con éxito. Con una maniobra que pasará a la historia de la industria aeroespacial. Sin embargo, pocos minutos después explotó en una espectacular deflagración.
El lanzamiento del SN10, el prototipo de la nave que llevará al hombre a Marte, se produjo en Boca Chica (Texas) tras varios aplazamientos durante la jornada. Logró ascender 10 kilómetros en algo más de 4 minutos, tal y como estaba previsto. Fue entonces cuando planeó sobre su barriga, giró sobre su eje y aterrizó en vertical por primera vez.
«¡Starship SN10 aterrizó de una pieza!» celebraba Elon Musk en Twitter al instante de haber conseguido el hito, sin embargo, la pieza estalló a los ocho minutos del aterrizaje.
Todo apunta que la explosión se produjo al inclinarse ligeramente hacia un lado cuando el sistema automático de extinción de incendios dirigió agua hacia las llamas que aún ardían en la base del cohete, según Reuters.
El vuelo del SN10 es la tercera prueba de este tipo que realiza SpaceX. En poco más de cuatro meses han realizado el vuelo tanto del SN8 como del SN9, ambos tampoco fueron capaces de aterrizar verticalmente. De este modo, todos los ojos se ponen ahora en el SN11, que podría ser por fin el que tenga un éxito total.
Lo cierto es que el vuelo de prueba del SN10 y la maniobra realizada supone un hito en la carrera para conquistar el espacio, dejando así una sensación agridulce en el propio Musk, que comentó a un admirador que la «SN10 descanse en paz, baja honorable», una forma de rendir respeto a la nave recién explotada.
Tal fue la sensación agridulce que en el vídeo de retransmisión de SpaceX no llegó a verse la explosión, pues se cortó a los pocos minutos de haber aterrizado verticalmente. Sin embargo, sí pudo verse en las trasmisiones de los fanáticos de la compañía transmitidas a través de redes sociales.
El SN10 que se está probando en Texas tiene poco que ver con la versión final que tendrá la nave que espera realizar un vuelo con tripulación alrededor de la Luna en 2023, concretamente llevará al multimillonario japonés Yusalu Maezawa.
El modelo de cohete final contará con una altura de 120 metros, cuando se conecte Starship con el propulsor de primera etapa (Super Heavy). Lo que se está probando es el aterrizaje de la etapa final que cuenta con 50 metros de altura y 9 metros de diámetro.
Finalmente, se estima que la Starship contará con una capacidad de carga de 100 toneladas, más allá de la tripulación, y es la nave reutilizable con la que Elon Musk espera convertir en rutina los viajes a la Luna, y un poco más adelante, a Marte.
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