Lo tenían claro desde que anunciaron su intención de retirarse, sin embargo, una de las condiciones del ‘Megxit’ sería revisar la situación tanto de la pareja como de la Casa Real británica un año después de su salida, para saber si Meghan Markle y el príncipe Harry debían, querían o podían volver a Buckingham.
Pero no. Los Sussex ya han dado su decisión definitiva a la reina Isabel y es firme: no van a volver a ser miembros de la Casa Real. Por eso, la monarca no ha tardado en enviar un comunicado en el que, además de informar sobre la determinación de la pareja, explica de forma contundente las consecuencias que va a tener para ellos esta retirada definitiva de sus deberes reales.
«El duque y la duquesa de Sussex han confirmado a Su Majestad la Reina que no quieren volver a ser miembros trabajadores de la familia real», dice el comunicado emitido por Buckingham.
«Después de una conversación con el duque, la Reina ha decidido que apartarse del trabajo de la familia real no es compatible con sus responsabilidades y deberes que vienen de una vida de servicio público. Los honores militares y los patronazgos volverán a la Reina, antes de ser redistribuidos entre los trabajadores activos de la familia real. Aunque estamos muy tristes con su decisión, el duque y la duquesa siguen siendo miembros muy queridos de la familia», finalizaba el comunicado.
Según el reportero real Richard Palmer, los patronazgos y títulos que han sido despojados de la realeza incluyen «Royal Marines, RAF Honington, Royal Navy Small Ships and Diving, Queen’s Commonwealth Trust, Rugby Football Union, Rugby Football League, Royal National Theatre y la Asociación de Universidades del Commonwealth «.
Así pues, los peores temores de Harry se confirman, ya que la reina Isabel les ha dado donde más duele. Si no es miembro de la Casa Real, su abuela considera que el príncipe no puede mantener los títulos militares, algo a lo que se había aferrado con uñas y dientes, considerando que los años que había estado en el ejército eran motivo suficiente para seguir ostentando, por ejemplo, el rango de capitán general del Cuerpo de Marines Reales o el de comandante aéreo honorario de la RAF Honington.
Y lo mismo ocurre con los patronazgos, en los que al menos hasta su salida, ambos estaban muy involucrados: todos los que fueron cedidos por la monarca se les retirarán, como es que caso del que Meghan ejercía en el Teatro Nacional Real, y que le fue otorgado personalmente por Isabel II.
De hecho, esta y otras entidades hasta ahora patrocinadas por los Sussex no han tardado mucho en anunciar que uno u otro -dependiendo de cada organización- han dejado su puesto, agradeciendo su labor en este tiempo.
Pero quizá los patronazgos a los que más les cueste decir adiós por la implicación que ambos tenían son los relacionados con la Queen’s Commonwealth Trust, algo de lo que tampoco querían desprenderse.
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