Poder entrar en el vestido o traje que nos hemos comprado, o tener la intención de compensar aquello que vamos a comer después, son dos de las ideas que más animan a perder peso antes de la Navidad. ¿Cuáles son los errores más comunes que se cometen para lograr el objetivo?
La ausencia de las cenas de empresas, de amigos, fiestas y todo aquello que este año no tendrá lugar a causa del Coronavirus, no significa que no vayamos a darnos más de un ‘homenaje’ culinario. La Navidad es tiempo de grandes comidas, de dulces hasta la saciedad, y brindis como si no hubiera un mañana. Y todo ello se traduce en los también ‘tradicionales’ kilos de más de los que casi nadie escapa.
Suelen ser las conocidas como ‘dietas milagro’. Bajar kilos de forma rápida y sin esfuerzo es prácticamente imposible, y absolutamente desaconsejable por los expertos para la salud.
No caer en ellas es difícil porque siempre prometen exactamente lo que estamos buscando, esto es, perder mucho peso en poco tiempo. Pero (esto también lo sabemos de sobra), al final nunca sale bien.
El problema a veces es que estas dietas no siempre son tan fáciles de reconocer. Algunas sí que son muy obvias (“pásate el día comiendo únicamente lechuga” y barbaridades similares), pero otras están respaldadas por campañas de publicidad y marketing tan bien diseñadas que pueden ‘atraparte’ sin que casi te des cuenta.
Está muy de moda hoy en día seguir al pie de la letra lo que dice la ‘influencer’ del momento, y de entrada te decimos, no lo deberías hacer. Primero porque es probable que esté (muy bien) pagada por marcas que la contratan para promocionar sus productos. Y segundo, y más importante, porque los únicos que deberían estar autorizados para prescribir tal o cual dieta son los profesionales médicos, más en concreto, los dietistas-nutricionistas.
Cuando hablamos de Navidad y kilos de más, ellos siempre hacen la misma recomendación: continúa comiendo sano hasta que lleguen las fechas señadas, sin obsesionarte con dietas rápidas, disfruta de las grandes comidas propias de Navidad tratando de que esas 3 o 4 comidas no se conviertan en 15 días de descontrol, y después vuelve a tus hábitos saludables. Ni más ni menos.
Si las pastillas que te ayudarán a adelgazar no están prescritas por un experto, no recurras a ellas para conseguir en tiempo récord bajar esos kilos. Suelen ser aquellas que complementan comidas o incluso que las sustituyen.
Resulta importantísimo huir de este tipo de productos si no están prescritos por un médico profesional, dado que pueden aparecer efectos secundarios que no deseamos (deshidratación, cansancio, taquicardias…). Una de las pistas para identificarlas es que permiten ser ‘autoadministradas’ por nosotros mismos, sin el menor control sanitario.
CATRIONA GRAY La ex Miss Universo comparte su propósito con Colombia