En las elecciones en Estados Unidos de 2020, a la interrogante de quién será el próximo candidato de la Casa Blanca, si el favorito Joe Biden o el actual inquilino Donald Trump, se une una nueva incógnita: ¿A qué hora se conocerá quién ha ganado las elecciones?
Esta cuestión tiene su origen en las preguntas que plantea el recuento del voto por correo y el voto anticipado, que este año va a ser enorme y mayoritario.
Primero, hay que dejar claro que en la noche electoral los estados no declaran de forma oficial los ganadores. En realidad, son los medios de comunicación, como CNN, Associated Press o Fox, los que hacen una proyección en cuanto tienen suficiente información para ello. Son los medios los que van mostrando, con acierto prácticamente completo, quién va imponiéndose en cada estado, hasta que se puede proyectar un ganador claro.
Esta es la razón por la que este año los resultados pueden tardar tanto en llegar. En lugares clave como Florida o Pensilvania, los recuentos pueden demorarse tanto que al final de la noche de elección no habría elementos suficientes para establecer una proyección acertada.
Habría que esperar al recuento en sí de todo el voto popular. Y este tarda varios días en completarse, incluso semanas. Cada estado tiene sus propios plazo para certificar los resultados. El más corto es el de Delaware, sólo dos días tras las elecciones. En California, sin embargo, tienen más de un mes para completar el recuento: su fecha límite es el 11 de diciembre.
Los colegios electorales, finalmente, comunican sus votos el 14 de diciembre, y el 6 de enero, estos son comunicados al Capitolio.
Además, a lo largo de la jornada, los resultados provisionales que pueden ir dibujándose en el mapa pueden verse bastante distorsionados. Por ejemplo, en Florida se cuentan primero los votos por correo y anticipados, que suelen ser más favorables a los demócratas, y se dejan para el final los votos hechos en persona. Así, puede ocurrir que durante buena parte de la noche parezca que Biden está arrasando en un estado que finalmente podría perder.
Lo contrario pasa, por ejemplo, en Pensilvania, otro de los lugares donde hay partido: allí primero se cuenta el voto presencial, muy favorable a los republicanos, y luego se cuentan los demás. Es otro lugar clave que podría cambiar de color ya muchas horas o incluso días después.
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