Con la edad es normal la deficiencia de varias vitaminas y minerales. A los 30 años es momento de cuidarse sin pretexto, pues es la etapa en la que defines el futuro de tu salud. Hay varias vitaminas que ayudarán a que no tengas arrugas, tu piel se sienta tersa, no tengas problemas más adelante severos con el corazón, estómago y cerebro. No olvides el consumo de keratina, biotina, colágeno y ácido hialurónico son perfectos para cuidar tu piel y cabello. Recuerda inviertir en tu salud y bienestar.
La vitamina C ayudará a cuidar tu sistema inmunológico y lo más importante es que protege a las células de la oxidación. Si tienes miedo a que salgan arrugas o líneas de expresión la vitamina C es perfecta para frenar el envejecimiento de la piel. La vitamina C también cuida de tus dientes, encías y huesos.
Si estás consumiendo hierro, es recomendable consumirla pues esto ayuda y mejora la absorción de hierro en el organismo. La vitamina C activa la síntesis del colágeno. Una vitamina que debes de consumir cuanto antes.
El ácido fólico no solo es para mujeres embarazadas. El ácido fólico o la vitamina B9 es esencial para el crecimiento de los tejidos, cuida la salud cardiovascular y protege tu cerebro. El ácido fólico es recomendable consumirlo siempre, sin importar si deseas hijos o no. Pues es muy importante para el organismo esta vitamina.
Está vitamina para mujeres, no es que notes mejoras o veas algo en tu piel, pues es más internamente. Se debe de consumir todos los días por las mañanas.
Algunas de las enfermedades que sufrimos hoy en día tienen su origen en el intestino y son causadas por un desequilibrio de la flora intestinal.
Los probióticos proporcionan diferentes beneficios: ayudan a digerir ciertos alimentos, intervienen en la síntesis de vitaminas del grupo B, mejoran la absorción del calcio, ayudan a mantener el equilibrio de la flora intestinal y la flora vaginal, mejoran y regulan el tránsito intestinal y, en general, fortalecen el sistema inmune.
Una vitamina para mujeres sin duda es la vitamina E. Es un potente antioxidante, ayuda a prevenir arrugas a que tu piel esté más suave. Ayuda mucho a la salud cardiovascular, protege a las células de los radicales libres y previene su oxidación. La vitamina E la debes de consumir diario.
Las cápsulas de vitamina E las puedes romper y hacer una mascarilla para tu rostro y hasta para tu cabello. No olvides alejarlas de la luz solar y tenerlas lejos de la humedad.
El ácido fólico, en cantidades correctas, es otra de las vitaminas después de los 30 que no puede faltar, ya que promueve la producción natural de otras vitaminas como la B9.
Todas las personas necesitan ácido fólico. Es muy importante para las mujeres en edad fértil. Obtener suficiente ácido fólico antes y durante el embarazo puede prevenir defectos congénitos importantes en el cerebro y la columna vertebral del bebé.
Hasta los 30 años, los huesos requieren de cantidades abundantes de calcio para mantener su fortaleza en los máximos niveles, pero a partir de esta edad los huesos irán debilitándose progresivamente, algo que se puede evitar manteniendo el consumo de calcio en los niveles recomendados.
Además, las mujeres embarazadas necesitan una cantidad mayor de calcio de la habitual, que también deberán mantener durante el periodo de lactancia.
Tener una deficiencia de hierro puede llegar a ser grave para la salud, ya que puedes llegar a desarrollar enfermedades como anemia o cambios en tu período menstrual. Las mujeres suelen padecer deficiencia de hierro con más frecuencia entre los 32 y 35 años.
Las mujeres embarazadas tienen que tener especial precaución, pues al aumentar la cantidad necesaria de sangre en su cuerpo han de consumir más hierro del habitual para hacer frente a estas cantidades. De lo contrario, el bebé podría nacer con menos peso o de forma prematura, e incluso frenar su desarrollo cerebral.
Juega un papel importante en el fortalecimiento de la piel, y además puede beneficiar la elasticidad y la hidratación. A medida que envejeces, tu cuerpo produce menos colágeno, dando lugar a la resequedad de la piel y a la formación de arrugas.
Ayuda a mantener la integridad del cartílago. A medida que la cantidad de colágeno en tu cuerpo disminuye al envejecer, aumenta tu riesgo de desarrollar trastornos articulares degenerativos como la osteoartritis. Además, el colágeno puede tener ciertos efectos en el cuerpo que ayudan a inhibir la descomposición ósea que conduce a la osteoporosis.
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