La cantante Miley Cyrus ha pasado más de un año estudiando distintas maneras de llevar un estilo de vida saludable y desde hace seis meses puede presumir de haberse mantenido completamente sobria.
Este cambio de mentalidad en una de las artistas que ha defendido con más vehemencia el consumo de marihuana se debe a un cúmulo de circunstancias. En primer lugar, el pasado noviembre tuvo que pasar por quirófano debido a complicaciones con sus cuerdas vocales derivadas del intenso ritmo de trabajo que ha definido su carrera desde los 12 años y, en consecuencia, no pudo hablar durante cuatro semanas.
Esa experiencia le hizo plantearse cómo quería mejorar en su profesión de cara al futuro, y también aprovechó ese tiempo para estudiar sus antecedentes familiares de adicción y enfermedades mentales.
«Mi madre es adoptada, y yo he heredado parte de esa sensación de abandono que siempre ha sentido, y la necesidad de demostrar mi valía y ganarme el afecto de los demás«, ha explicado la estrella de la música en una entrevista a Variety. «Los padres de mi padre se divorciaron cuando él tenía 3 años, así que básicamente tuvo que criarse solo. Investigué mucho mi historia familiar, y encontré muchos problemas de adicción y trastornos mentales. Estaba pasando por todo eso y preguntándome: ‘¿Por qué soy como soy?’. Comprender nuestro pasado nos ayuda a entender con más claridad el presente y el futuro. Y la terapia es maravillosa».
La conclusión a la que llegó Miley es que no quiere perderse momentos de su vida cotidiana levantándose cada mañana con una sensación de confusión que tarde horas en desaparecer.
«Es duro, en especial cuando eres joven, porque (la sobriedad) lleva asociada cierto estigma, como si ya no fueras una persona divertida. Pero créeme, cariño, si hay algo que sé sobre mí misma, es que sé cómo divertirme», terminó en su entrevista.
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