Sydney como Max, cuenta las experiencias de una estudiante de secundaria que vive con su padre sobreprotector y una abuela muy particular. Mientras que, Encuéntrame en París sigue la historia de una princesa rusa llamada Lena, estudiante la Escuela de Ballet de la Ópera que vive en el año 1905 pero un día aparece en el 2018 accidentalmente.
Pero, ¿qué comparten en común una princesa rusa de 1905 y una adolescente con un padre soltero en la actualidad?
En estas dos series protagonizadas por adolescentes y que estrenan nueva temporada en Disney Channel, los flashbacks y viajes en el tiempo son moneda corriente. La primera, Sydney como Max, cuenta las experiencias de una estudiante de secundaria que vive con su padre sobreprotector y una abuela muy particular. La segunda, Encuéntrame en París, sigue la historia de una princesa rusa llamada Lena, estudiante la Escuela de Ballet de la Ópera que vive en el año 1905 pero un día aparece en el 2018 accidentalmente.
Sydney como Max está basada en dos décadas diferentes: la actual y la de los años 90, con nostálgicas referencias a la cultura pop. De esta manera, padre e hija logran darse cuenta de que a pesar de las diferentes épocas de cada uno, han pasado por lo mismo y tienen mucho más en común de lo que se imaginaban.
Por otro lado, uno de los puntos más entretenidos de Encuéntrame en París es que, con un toque de humor, muestra a Lena descubriendo nuevas normas sociales y adaptándose a una realidad completamente diferente a la que estaba viviendo en 1905. Tiene que aprender desde cómo funcionan las redes sociales hasta cómo utilizar un secador de cabello. También el saludo, el baile y la forma de hablar de su época son muy distintos a los de la actualidad.
Ecología, los cambios físicos propios del crecimiento, las primeras citas… En cada episodio de Sydney como Max hay un tema para reflexionar en familia. Algunas de las situaciones que vivirá Sydney en los nuevos episodios son: un incómodo accidente en la escuela con su primer período, una protesta estudiantil ecológica en la cafetería y el ingreso a la escuela de esgrima. En el caso de Lena, en Encuéntrame en París, se relata cómo en la infancia o en la adolescencia, algunos compañeros de clases pueden ser “odiosos”. En este caso, una bailarina de la escuela llamada Thea, obsesionada con ser la mejor en todo, le complica el día a día a Lena en el mundo moderno. Sin embargo, la princesa mantiene el buen ánimo y encuentra siempre la manera de llevar mejor cada situación.
Cada familia es un mundo…y cada show lo refleja. En el caso de Max se trata de un padre sobreprotector y Sydney, una adolescente desafiante, a quien le cuesta aceptar un “no” como respuesta. Frecuentemente, viven momentos complicados por sus diferencias, como cuando Sydney quiere teñirse el cabello de varios colores, insiste en ir a un concierto o quiere tener un perro. Además, forma parte de este equipo, una abuela muy moderna interpretada por la actriz Caroline Rhea (Sabrina, la bruja adolescente) Judy es una abuela divertida, comprensiva y llena de energía. Desde que se jubiló, está decidida a hacer todas las cosas que se perdió por estar trabajando y ahora suele ser un punto de encuentro entre su hijo y su nieta. En Encuéntrame en París, Lena ama el ballet pero su familia quiere que lo deje y se concentre en ser princesa. Ella lucha por cumplir su deseo mientras su novio del siglo pasado, Henri, hace todo lo posible por encontrarla y regresarla en el tiempo.
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