Las estimaciones indican una pérdida de horas de trabajo equivalente al 12,4 por ciento en el segundo trimestre en las Américas (frente a los niveles anteriores a la crisis) y al 11,8 por ciento en Europa y Asia Central. Las estimaciones para el resto de los grupos regionales son bastante cercanas, y todas superan el 9,5 por ciento.
La OIT insta a adoptar medidas urgentes, específicas y flexibles para ayudar a los trabajadores y las empresas, en particular, a las empresas más pequeñas, los trabajadores y trabajadoras de la economía informal y demás personas en situación de vulnerabilidad.
Este Día del Trabajo, acontecimiento colectivo por excelencia, marcado por las marchas y protestas a favor de mayores y mejores oportunidades laborales, será «inédito en la historia sindical», señaló el historiador francés Stéphane Sirot, especialista en movimientos sociales, ya que debido al confinamiento para frenar el brote del virus está prohibido cualquier tipo de manifestación a nivel mundial.
Declaraciones del Director General de la Organización Internacional del Trabajo, Guy Ryder:
“Para millones de trabajadores, la ausencia de ingresos equivale a ausencia de alimentos, de seguridad y de futuro. Millones de empresas en el mundo están al borde del colapso. Carecen de ahorros y de acceso al crédito. Estos son los verdaderos rostros del mundo del trabajo. Si no se les ayuda ahora, sencillamente desaparecerán”.
«Esperemos que para el Día del Trabajador del próximo año, la emergencia del COVID-19 haya quedado atrás. Pero tendremos ante nosotros la tarea de forjar un futuro del trabajo que resuelva las injusticias que la pandemia ha dejado al descubierto, junto con otros retos permanentes, imposibles de postergar: la transición climática, digital y demográfica».