Con mucho sigilo y discreción, Natalia Reyes obtuvo una hazaña que parecía esquiva para los actores colombianos y que sigue siendo un desafío para la mayor parte de los latinoamericanos: abrirse paso en el vertiginoso mundo de Hollywood. Pero, por si fuera poco, su incursión fue en grande, protagonizando la continuación de una de las sagas más paradigmáticas de la cultura popular. No concebíamos una invitada más ilustre para cerrar nuestra última edición del 2019.
Han pasado 17 años desde que vimos a Natalia Reyes por primera vez. En ese entonces era solo una quinceañera que, junto a un grupo de jovencitas, un tanto mayores que ella, se disputaba uno de los cinco cupos para conformar un grupo de música pop, en el que se convertía en el primer ‘reallity’ en la historia de la televisión nacional. Allí la vimos luchar, llorar y batallar por sus sueños. Su expectativa llegó a su fin justo antes de entrar al selecto grupo de finalistas. Sin embargo, hoy, tanto ella misma, como quienes la vimos surgir, sabemos que aquel no era su camino. Ese momento de su vida tuvo la misión de enseñarle el valor de la persistencia, y esa terquedad ante la apariencia del destino ha sido su carta de navegación desde entonces.
Natalia regresó a Tierrabomba, el lugar donde vive desde hace unos años para pasar fin de año y celebrar todas las satisfacciones que le deja este año que concluye. Por eso agradecemos que haya apartado un poco de su tiempo para concedernos esta entrevista y poder conocer lo que ha rodeado este logro que, sin lugar a dudas, se constituye en un logro para todo el país.
Llegar a Hollywood y ser parte de una de las películas que vieron durante su niñez o adolescencia es un sueño inalcanzable para la mayor parte de los actores. En tu caso, ¿recuerdas alguna impresión o experiencia particular que hayas tenido viendo una de las películas de ‘Terminator’ en algún momento de tu vida?
Recuerdo haber visto la segunda película de ‘Terminator’ algún domingo, en casa, cuando tenía solo 9 o 10 años, y me pareció una película muy diferente para lo que se veía en ese momento. Pero lo que más me impactó fue la imagen de Linda Hamilton. Creo que a muchas mujeres nos sorprendió e impresionó ver la imagen de una mujer fuerte, una madre soltera, con esa belleza y esa fuerza, convertida en una heroína de acción. Esa imagen fue verdaderamente inspiradora para mí.
Y haciendo un contraste, ¿qué sensación te invadió al verte a ti misma como parte fundamental de la trama original?
Fue surreal. Fue como toparte con la sorpresa y la incredulidad de no saber nunca lo que la vida te tiene preparado. Si me lo hubieran dicho en algún momento de mi vida, no lo habría creído. Por eso me siento muy orgullosa de ser parte de esta película y hacer parte de un momento tan importante como latinos y colombianos, y el hecho de que yo haya llegado a este proyecto se convierte en la demostración de que esas cosas que antes veíamos tan lejanas e imposibles se pueden hacer realidad.
Dani Ramos es un personaje definitivamente distinto a cualquier otro que hayas interpretado. ¿Qué fue lo más difícil de desarrollarlo y cuál fue el principal aprendizaje que obtuviste de esta experiencia?
Sí, es un personaje diferente. Muchas veces he interpretado mujeres fuertes y con carácter, lo cual también hace parte de lo que soy yo como persona, pero Dani tiene esa parte dulce en sintonía con su fuerza, es una mujer que sabe lo que quiere, lucha por ello y a veces es un poco terca, al igual que yo. Lo difícil de interpretarla fue enfrentarme a la experiencia de hacer una película de acción, que es un lenguaje completamente distinto, más en un proyecto de esta magnitud. Era algo que obviamente no había hecho antes y aprender el modo de trabajar en una producción tan grande, en medio de un set de estas dimensiones y un rodaje tan intenso, por 16 meses, con tantas horas de trabajo, y tan poco descanso fue complicado. Pero a pesar de lo difícil que fue, es por lo que más me siento agradecida, por lo mucho que aprendí.
Son muchas las actrices colombianas que han tratado de abrirse paso en la meca del cine y tú lo has logrado de una forma contundente. ¿Cuál crees que fueron esos factores personales y profesionales que te permitieron llegar tan lejos?
La verdad creo que son demasiadas las condiciones que se tienen que dar para que pase algo así, por lo que realmente me siento afortunada. Creo que la suerte hace parte de esto que me está pasando, como dice mi mamá: “Al que le van a dar, le guardan”, y esto definitivamente estaba destinado para mí. Eso no significa que no estuvieran dispuestas otras condiciones por las que también he trabajado y procurado que algo así sucediera. Llevo tiempo soñando con el cine, pero también tomando decisiones para que pasara, trabajando para que pasara, estudiando para que pasara, siendo muy insistente, muy disciplinada, y ante todo, paciente. He contado con el apoyo de mi familia, la oportunidad de acumular una amplia experiencia aquí en Colombia… Así que creo que es una combinación de suerte, talento y trabajo lo que permitió que esto se diera.