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Publicado 18 mayo, 2018
Entrevistamos a Gisselle Barceló, una periodista que lleva más de 15 años trabajando en diferentes medios y su último reto ha sido preparar a las candidatas que compiten por la corona del Atlántico.
La coronación de la Señorita Atlántico se llevará a cabo mañana en el municipio de Soledad y las 9 candidatas se enfrentarán entre ellas y ante un jurado, para definir quién representará al departamento en el Concurso Nacional de Belleza.
El evento del 19 de mayo es la culminación de un proceso que lleva meses preparando a estas mujeres para convertirla en reinas capaces de hablar con seguridad y expresarse sin problemas en los diferentes medios de comunicación.
Para saber cómo ha sido este proceso hablamos con Giselle Barceló, la periodista barranquillera encargada de enseñar y formar en fogueo periodístico a la posible Señorita Atlántico.
¿Cómo has sido trabajar con las candidatas a Señorita Atlántico?
El proceso ha sido enriquecedor. Ellas entraron un 12 de enero y hoy son otras. No ha sido nada fácil. El aprendizaje nunca se termina para una reina de belleza. Conmigo aprendieron un poco de vocalización, improvisación, cómo expresarse y saber que responder durante una entrevista. Estoy muy segura de que esto les va a servir no solo para el concurso sino para la vida. Muchas de ellas ya son profesionales así que la preparación de fogueo periodístico les servirá mucho.
Entender temas de actualidad. Temas distintos, de ciudad de gobierno de estado, se les dificulta. Pero al final entienden la terminología, en que estamos como país ciudad y departamento.
¿En que consiste el fogueo periodístico?
Bueno, por mi experiencia periodística he estado trabajando en medios por aproximadamente 17 años. He pasado por televisión y radio. Esto me ha permitido estar muy conectada con la realidad del periodismo y saber cómo piensa un periodista y qué le preguntaría a una reina. Las clases mías se tratan de cómo enfrentarlos, sobre todos los incisivos, los que hacen, como decimos aquí, preguntas “pringamoceras”.
Yo creo que el proceso ha sido bueno. Son niñas muy jóvenes, entre 18 y 22 años, y sé que para algunas no fue fácil, pero lo lograron y estoy muy contenta con cada una de ellas y el proceso seguirá con la que se quedé con la corona. Al mismo tiempo, la idea es que esta experiencia les quede para que sepan cómo enfrentar un medio de comunicación.
¿Que desafíos específicos han tenido que superar?
Inicialmente todo era nuevo. Ellas pensaron en algún momento de la vida que ser reina era sonreír simplemente y hoy, para nosotros los periodistas, una reina va más allá de lo que podemos ver y percibir inicialmente. Hoy buscamos una reina que tenga algo que contar, una historia que decir o algo verdaderamente importante que aportar a la sociedad. Entonces, todo fue nuevo para ellas, sobre todo esas preguntas que tengan que ver con actualidad, con política y con el mundo.
Otro punto ha sido asimilar el tema de las luces. Ellas no estaban acostumbradas a hablar y tener una luz que les encandila los ojos, eso no fue fácil, pero se acostumbraron con el pasar del tiempo. Otro desafío fue hacerse entender. Contar algo con contenido, con contexto, con argumentación fue algo que tuvieron que aprender cuidadosamente, pero con la constancia, consiguieron superar esas dificultades.
¿Hay alguien particular que te llame la atención?
Hay muchas, pero todas asimilaron y aprendieron. Si bien, hay algunas que van más rápido, eso no quita el trabajo que han hecho todas, pues me atrevo a decir que cada una puede enfrentar una entrevista sin ningún problema. Lo han hecho. Han estado en escenarios en que se han enfrentado a periodistas y creo que los han sorteado bien.
Nunca será sencillo, a una reina de belleza siempre le da susto enfrentarse a un mar de preguntas y solo es natural que haya unas mejores que otras.
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