Esta talentosa actriz ha representado importantes personajes en la televisión y el teatro durante toda su carrera. Se ganó el corazón de muchos cuando apareció en las series infantiles ‘Pequeños gigantes’ y ‘Oki Doki’, e hizo parte de una generación de pequeños talentos. Hoy uno de sus hijos tiene la edad de cuando ella comenzó a actuar.
Hemos procurado alejarlos de nuestra vida pública, para que crezcan sintiéndose importantes por ellos mismos, no por la fama de sus papás.
¿Cómo te describes como mamá?
Soy una mamá normal, tradicional, cariñosa; me encanta estar con ellos y dedicarles tiempo. Las dos veces de mis embarazos no he trabajado sino hasta el quinto mes y cuando han nacido me he quedado un año y medio en ambos casos a su lado: cuidándolos y acompañándolos en esa primera etapa. Soy la mamá típica que cocina, que los mima, que está pendiente de la ropa. No estoy de acuerdo con la teoría de que los papás son amigos de los hijos; yo soy esa figura que no complace sino educa, los prepara para la vida. Creo en los límites, las rutinas y trabajo para dejarles claro que deben creer en ellos mismos.
¿Cómo has logrado, junto con tu esposo, definir esa línea de formación y educación de tus hijos?
Santiago y yo tenemos una igualdad de criterio acerca de la formación, aunque tenemos y practicamos conductas espirituales distintas. Creemos que el amor es el centro y el origen de todo y que como tal tiene como prioridad el respeto hacia el otro, hacia su credo, hacia su cultura. Somos una familia muy tradicional que comparte muchos momentos; hemos procurado alejarlos de nuestra vida pública, para que crezcan sintiéndose importantes por ellos mismos, no por la fama de sus papás. Nuestro hogar es un tesoro y lo defendemos entre nosotros; nuestra prioridad es la familia.
¿Qué virtudes quisieras que tus hijos heredaran de ti y qué defectos, por el contrario, no te gustaría que tuvieran?
Me encantaría que fueran tercos en el buen sentido; que creyeran en que pueden hacer lo que les guste. Me gustaría que no se vararan; uno puede plantear problemas pero además plantear las soluciones. Quisiera que heredaran el perrenque y las ganas de salir, la esperanza, la buena fe, la decisión y el accionar. Soy elevada y distraída a ratos, que no vayan a heredar eso.
¿Cuál es ese legado de tu mamá que se plasma en ti?
Mi mamá fue madre y padre. Además de desarrollarse como profesional, siempre fue una madre integral; aún cuento con ella, me siento guiada, apoyada y acompañada todo el tiempo por ella. El legado de ella es creer que uno puede ser honesto en la vida, y este valor por sí solo trae una satisfacción gigante: esa es la recompensa. Esa es su gran siembra; por eso trato de ser una persona correcta. La honestidad trae consigo bendiciones, y mi familia y yo disfrutamos de esos frutos.
¿Alguno de tus hijos ya muestra esa vena artística? ¿Te gustaría que siguieran los pasos de sus papás?
Todos los bebés son muy artísticos y musicales. En María aún es muy difícil saberlo, aunque tiene muy buen oído y ritmo; en Matías, de 8 años, ya se puede leer su capacidad histriónica y su talento; es muy cómico: a él le encanta jugar a la actuación. Quizás se asoma esa vena de actor.
¿Cuál es la magia del teatro que no tiene la TV, y cuál es ese plus de la TV que no tiene el teatro?
La magia del teatro es el proceso; es un proceso de creación, de disfrute del texto. Además es mucho más corporal. Por su parte, la televisión es una ventana, te hace popular, es rentable. Además, a veces te encuentras con proyectos muy interesantes.
¿Cuál es el personaje que crees ha marcado tu vida artística?
Hay tres personajes que han marcado mi vida artística. Uno fue la esposa de Escobar; además del ruido y el personaje tan doloroso que fue, quizás fue mi ventana para que me conocieran en otros países. En teatro interpreté una travesti en una obra y me enamoré tanto de ese personaje que creo que no pude darle todo lo que quería. Por último, Soledad, el personaje de ‘Garzón’, una mujer maravillosa, intachable, empoderada, superada, de los años 70. Ella tiene una historia de amor leal, fuerte y contundente. En la vida real se llama doña Inés, la admiro profundamente.
¿Cuáles son los comentarios de la Soledad real que hizo parte de la vida de Jaime Garzón?
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