Familiares, amigos y vecinos de la localidad malagueña de Marbella (sur de España) despidieron hoy a Diego David Domínguez González, el joven que creció en sus calles y después dio el salto a la fama internacional convirtiéndose en el diseñador David Delfín.
El féretro con los restos mortales del artista, fallecido el sábado 3 a los 46 años de edad, fueron trasladados a las 16.45 horas desde el cementerio de San Bernabé hasta la Iglesia Nuestra Señora de la Encarnación, ubicada en el casco antiguo de Marbella, donde se ofició una misa para darle el último adiós.
La madre, visiblemente afectada, y los hermanos del diseñador estuvieron arropados por vecinos y amigos de la familia, que se trasladó a Marbella cuando David Delfín, nacido en la vecina localidad de Ronda, apenas tenía tres años.
El momento más emotivo tuvo lugar al concluir la ceremonia religiosa, cuando a la salida del féretro los presentes brindaron un emocionado aplauso al creador, que fue Premio Nacional de Diseño de Moda en 2016.
Mientras que la capilla ardiente instalada ayer en Madrid en el Museo del Traje, contó con la asistencia de personalidades del mundo de la moda, actores y otros artistas, el sepelio celebrado hoy en Marbella tenía como fin, por expreso deseo de la familia, brindar a Delfín una despedida más íntima y menos mediática.
El alcalde de Marbella, José Bernal, confirmó que el Ayuntamiento homenajeará al diseñador, al que podría dedicarse un espacio público de la ciudad, porque «ese compromiso que adquirió David con Marbella, la ciudad lo va a adquirir eternamente con él».
David Delfín, nacido el 2 de noviembre de 1970, falleció el pasado día 3 en Madrid, víctima de un cáncer que le fue diagnosticado en enero de 2016.
Además de diseñador, era pintor y actor, artista polifacético y, sobre todo, fue un trasgresor, ya que sus desfiles sabía fusionar vídeo, música, fotografía y escenografía para conseguir una obra artística total.
En 2001 se asoció con los hermanos Deborah, Gorka y Diego Postigo, y con la modelo, musa y amiga Bim