William Levy nunca disfrutó de un videojuego en su Cuba natal, pero ahora mata zombis y se convierte en héroe de acción en «Resident Evil: The Final Chapter», una trayectoria que le obliga aún a pellizcarse para comprobar que es real, según dijo en una entrevista.
«Yo planeaba abandonar Cuba mucho antes de que empezaran a rodar esta franquicia», explicó Levy, que salió de la isla con 14 años después de que su padre lograra asilo político en EEUU. «De hecho, no podría haber visto las películas allí porque a Cuba no llega una mierda», añadió.
«Ahora no sé cómo será», continuó, «pero hace 20 años no existían los videojuegos allí. En Cuba únicamente tenía una televisión en blanco y negro y solo la podíamos ver desde las 6 de la tarde. Había tres programas y después, se acabó. A dormir. No había electricidad durante 15 horas para ahorrar energía».
Levy, tras llegar a Miami, acudió al instituto sin saber inglés y logró una beca para ir a la universidad gracias a sus dotes como jugador de béisbol, aunque decidió dejar los estudios para ayudar económicamente a su madre.
Por eso comenzó a trabajar en la construcción, hasta que un día, tras ir a pagar una multa, vio una agencia de modelos y entró a probar suerte. Salió de allí con un contrato bajo el brazo y poco después recorría el mundo desfilando en pasarelas de Nueva York, París o Los Ángeles.
«Pasé de ganar 15 dólares al día en la construcción a ganar mucho más, pero yo quería ser actor. Así que me mudé a Los Ángeles para aprender», sostuvo.
Tras labrarse un nombre en telenovelas como «Mi vida eres tú», «Acorralada», «Pasión», «Cuidado con el ángel» y «Sortilegio», entre otras, en 2012 aprovechó su participación en el «reality» «Dancing with the Stars» para presentarse ante el público anglosajón.
Aquello le sirvió para hacerse un hueco en pequeñas producciones de Hollywood como «Addicted» y «Single Moms Club», pero ahora le llega su gran oportunidad con la última entrega de «Resident Evil», adaptación del célebre videojuego de Capcom, una saga que ha recaudado casi mil millones de dólares con sus cinco películas previas.
«Ser parte de esto es una locura», reconoció. «La verdad, ni leí el maldito guión antes de aceptarlo. Es mi gran salto al mercado estadounidense. Algo con lo que siempre soñé desde que me subí a aquel barco desde Cuba. Aún tengo que pellizcarme cada día para comprobar que todo esto es real», agregó.
La cinta, de estreno el próximo viernes, arranca justo después de los eventos que ocurrieron en «Resident Evil: Retribution», donde Alice (Milla Jovovich) parece ser la única superviviente de la resistencia humana contra los muertos vivientes.
En su última misión, debe regresar a la sede de la corporación Umbrella, creadora del virus causante de la aparición de los zombis, para un último y épico enfrentamiento contra las hordas de monstruos que la custodian.
«En la película soy un tipo que parece ser un imán para los problemas. Por su culpa ocurren muchas cosas. Y el personaje de Milla se une a su grupo, pero él no se fía de ella ni de nadie. No va a arriesgar su vida por una desconocida. Es un superviviente», indicó el actor, que no duda en calificar el filme como «el mejor» de la saga.
«Lo único que le importa a mi personaje es vivir un día más. Me gusta ese mensaje: el de disfrutar cada segundo. Esa es la lección», manifestó.
Paul W.S. Anderson, director de la película y marido de Milla Jovovich, tiene claro que Levy se va a convertir en un nombre reconocido a nivel mundial.
«A mí me impresionó en la primera escena que rodó con Milla. Cuando le enseñé un primer corte, Milla me dijo que sabía inmediatamente que William iba a ser una estrella. La última vez que dijo algo así sobre alguien fue cuando conoció a Chris Hemsworth en ‘A Perfect Getaway'», apuntó.
Por aquel entonces, nadie sabía quién era Hemsworth y dos años después protagonizaba títulos como «Star Trek» y «Thor».
«William nos da la misma sensación», subrayó Anderson.