Seguramente has escuchado que después del matrimonio lo que viene es la gordura, pues te informamos que la Universidad de Carolina del Norte confirma que es verdad.
De acuerdo a una investigación realizada por el alma máter a comienzos de este año, las personas que contraen nupcias son dos veces más propensas a engordar que las que deciden mantenerse solteras. La razón para dicha afirmación es que luego de casarse, el nivel de exigencia respecto al aspecto físico disminuye porque sienten que ya no tienen que atraer a la otra persona, ya que existe un acuerdo que los liga para toda la vida.
No obstante, para Debby Herbenick, autora de `Because it feels good´, esta tendencia puede afectar la relación a largo plazo en temas como el sexo y la confianza entre la pareja. Para evitar esto, lo ideal es entrenar en pareja, ya que el mismo estudio asegura que quienes lo hacen perderán peso más rápido.