DEPORTE
Publicado 10 febrero, 2025
Lionel Messi sorprende con su presencia en el Super Bowl LIX.
El astro argentino asistió al evento deportivo en Nueva Orleans, acompañado de sus hijos y colegas futbolistas.
Lionel Messi, actual jugador del Inter Miami, fue una de las destacadas celebridades presentes en el Super Bowl LIX, celebrado en el Caesars Superdome de Nueva Orleans. El futbolista argentino llegó al estadio luciendo una sudadera con capucha de tono claro, parte de su colección con Adidas, combinada con jeans grises y zapatillas blancas con franjas grises. A su lado, sus hijos Ciro y Mateo vestían camisetas negras de los Kansas City Chiefs con el nombre de Mahomes en la espalda, mostrando su apoyo al equipo.
Durante el evento, Messi se reunió con antiguos compañeros y amigos, como Jordi Alba, Luis Suárez y Sergio Busquets, con quienes compartió un palco privado. Los futbolistas fueron captados en una fotografía que rápidamente se viralizó, evidenciando la camaradería y el disfrute del espectáculo deportivo.
Foto: Instagram.
La asistencia de Lionel Messi al Super Bowl LIX subraya su creciente conexión con la cultura deportiva estadounidense y su influencia más allá del fútbol, consolidándose como una figura global que trasciende disciplinas y fronteras.
Días antes del evento, Patrick Mahomes, mariscal de campo de los Chiefs, expresó su admiración por Messi al ser consultado sobre su posible asistencia al Super Bowl. «Messi es el mejor en su profesión. Y como en cualquier profesión, tener a alguien de ese calibre viendo el partido será increíble; podré mostrar quién soy y el talento que tengo», comentó Mahomes, recordando también un encuentro previo con el futbolista argentino.
Créditos: Getty Images.
La presencia de Messi en el Super Bowl LIX no solo destacó por su asistencia al partido, sino también por su participación en un comercial de 60 segundos para Michelob Ultra, que se emitió durante el evento. En el anuncio, el astro argentino aparece en dos escenas: en una, ordenando una cerveza junto a amigos, y en otra, corriendo por la playa mientras juega al fútbol con un perro. Se estima que la emisión de este comercial tuvo un costo aproximado de 14 millones de dólares, reflejando la magnitud y alcance de la publicidad en el Super Bowl.
