SOFÍA VERGARA: LABRANDO SU PROPIO ÉXITO
Por John William Archbold
Parece ser una propiedad de las mujeres barranquilleras: convertir la crisis en un momento de oportunidad. Al igual que en el caso de Shakira, la actriz Sofía Vergara eludió las suspicacias que pudo haber suscitado su divorcio exaltando el valor de su trabajo. El éxito internacional de ‘Griselda’ fue también el renacimiento de su imagen internacional.
La conocimos saltando, dando brincos en una playa, y cada movimiento se nos antojó una profecía. Sofía Vergara era indiscutiblemente la mujer más bella de Barranquilla, y sabíamos que podía llegar a conquistar el mundo. Por eso aplaudimos cada salto, desde Bogotá hasta Viña del Mar, y desde aquí hasta hacer tambalear los Estados Unidos, pasando por México. Allí aplaudimos como un triunfo cada calendario, cada comercial de TV, cada uno de los papeles secundarios que sirvieron como peldaños en su ascenso. Teníamos las palmas listas, y las chocamos con estrépito cuando llegó 2009. ‘Modern Family’ conquistó la televisión estadounidense aquel año, y esa hegemonía se mantendría indiscutida por más de una década. Los saltos continuaron bajo la piel de Gloria Pritchett, cuatro de ellos llegaron a la cima con el Premio del Sindicato de Actores, y otros ocho terminaron en el fondo. El sueño de verla con un Globo de Oro o un Emmy en las manos no llegó en los tiempos deseados, pero aun así, sus vestidos, sus comentarios y las gracias que dejaba caer en cada ocasión nos mantenían esperando.
Todos celebramos esa década de éxito que la convirtió en la actriz mejor pagada de la televisión norteamericana, durante la cual tuvo la potencia para convertir el acento latino en la novedad que ahora se burlaba de las posturas xenófobas. Celebramos su estrella en el Paseo de la Fama y su unión con el hombre más cercano al ideal de príncipe, al tiempo que escuchábamos cómo su inconfundible voz se inmiscuía en las películas animadas. También temimos por ella, por el encasillamiento que lentamente pasa de los guiones a los rostros, y que tiene una ineludible capacidad de paralizar carreras; nos preguntamos qué pasaría si algún día la serie veía su final, cuál sería su futuro después de haber estado en una cúspide a la que había subido en un camino forrado por comedia y estereotipos. En 2020, esa pregunta puso el signo de interrogación en la realidad: ‘Modern Family’ se despedía después de once temporadas.
Lo que no sabíamos es que ella se hizo esa misma pregunta, y se había dado respuesta a sí misma. No nos dimos cuenta de que sus discretas incursiones en materia de producción tenían un propósito, y no pudimos entenderlo hasta que la vimos despojarse de su sensualidad, encanto y simpatía, para contar otra historia en la que no había risas ni moralejas. Sofía se preparó para darse la oportunidad que probablemente nadie más le daría: mostrar su versatilidad, los alcances de su talento y preparación, probar que era una actriz real, capaz de conquistar el más crudo de los dramas. Fue así como vimos emerger la mejor versión de la monarca de otro reino: Griselda.
«Después del gran logro obtenido, Sofía Vergara no debe estar tomando un descanso; debe estar estirando sus piernas, pensando cuál es el sector menos cálido en la arena: el espacio donde dará su siguiente salto y donde dejará su huella estampada».
Mientras la imagen bella, juvenil y graciosa que todos conocían desfilaba ante los anfitriones de los programas más exitosos de Estados Unidos, España y Latinoamérica, Griselda batía récords en las plataformas de ‘streaming’. En su primera semana superó los veinte millones de visualizaciones. Estuvo en el top 10 de Netflix en 88 países, así como en varios países europeos, asiáticos y africanos, y fue número 1 en Latinoamérica y el Caribe. Un éxito que se gestó al mismo tiempo que Sofía se apartaba del trabajo que había sido su lugar seguro, un reto que emprendía mientras su corazón se adaptaba a una nueva situación.
Después del gran logro obtenido, Sofía no debe estar tomando un descanso; debe estar estirando sus piernas, pensando cuál es el sector menos cálido en la arena: el espacio donde dará su siguiente salto y donde dejará su huella estampada. Como lo dejó claro, su afán es seguir contando historias, de mujeres, de mujeres latinas, que solo necesitan un espacio para demostrar que también son lo que la gente quiere escuchar. Seguramente su próximo reto será demostrar que los colombianos somos mucho más que un acento curioso y narcotráfico, así que la seguiremos esperando, con las manos llenas de aplausos.
Jhon Narváez: talento y conciencia
Después de su participación en la serie ‘Déjala morir’, en la que Telecaribe conquistó la audiencia nacional con la historia de la Niña Emilia, la trayectoria del actor cartagenero, que llevaba años trabajando en cine como actor y productor, inició un vertiginoso ascenso. Su aparición en ‘Pájaros de verano’, del director Ciro Guerra, lo catapultó a los escenarios internacionales, y le abrió muchas puertas ante productoras a nivel continental. Apareció en la película ‘El piedra’ en el mismo año, en las series ‘Frontera verde’ y ‘MalaYerba’, y en el largometraje ‘Unicornio’. Pero su actuación más aclamada fue en la película ‘Rebelión’, en la que interpretó al ícono de la música del Caribe, Joe Arroyo. Gracias a este papel recibió el Premio Macondo, el cual ya había obtenido por ‘Pájaros de verano’, pero esta vez como actor principal.
Sin embargo, en esta ocasión, Narváez subió al estrado para algo más que agradecer el premio, lo hizo para denunciar un episodio de racismo que había sufrido semanas antes en una clínica, y el cual casi le cuesta la vida. Él había sufrido un derrame cerebral, y los médicos, pensando que estaba bajo el efecto de alguna droga alucinógena, tardaron mucho tiempo en practicarle los exámenes y procedimientos correspondientes, una omisión que en un caso como el suyo podía ser fatal. Con ello, quiso plantear una sentencia definitiva: el racismo en Colombia aún existe, y es una problemática que cuesta vidas. Con ese valiente discurso, Narváez no solo demostró una gran fortaleza, sino un compromiso que recuerda las verdaderas finalidades del arte: una reflexión que invite al auténtico progreso social.
Sofía Carson: ascendiendo desde las alturas
Desde hace varios años, el nombre de Sofía Carson se ha convertido en un nuevo orgullo para Barranquilla. Aunque ella no nació en el país, sus orígenes son muy locales, empezando por su madre, Laura Char, una de las reinas legendarias del carnaval de la ciudad. Sofía se hizo popular por sus apariciones secundarias en series y películas de Disney, hasta que ocupó roles importantes en las películas ‘Adventures in Babysitting’ y ‘A Cinderella Story: If the Shoe Fits’.
Su primer rol principal emergió en la serie ‘Pretty Little Liars: The Perfectionists’. Una secuela que, aunque no tuvo el éxito de su predecesora, le valió una nominación para el Teen Choice Awards. Después de ello no ha dejado de ocupar roles protagónicos en distintos filmes, entre los que se destacan ‘Feel the Beat’, donde pudo dar rienda suelta a sus dotes de bailarina, y ‘Songbird’, una producción del afamado director Michael Bay. En este 2024, Sofía parece estar completamente enfocada en su proyección musical, lo cual le ha rendido frutos, colaborando con Bitim, miembro de la banda surcoreana BTS. Acaba de lanzar el sencillo “If I Knew”, al lado de Matteo Bocelli, hijo del legendario cantante italiano, junto con el cual también cantó en la celebración de sus 30 años de carrera.