Todo lo que impacta la vida de un hijo: huellas que evidencio 24 años después
Por
Ruby Rubio, mamá de Esteban Duarte
No es fácil establecer con certeza y precisión las múltiples formas en que una madre puede incidir en la vida de un hijo, pero es tan interesante como útil hacer el ejercicio porque no hay duda de que esa influencia existe y es determinante.
Siempre quise ser mamá y con Esteban ese sueño se cumplió plenamente.
Vivíamos en Medellín, y tenía 25 años, cuando leí: ¡positivo! Así empezó esta historia que mi hijo resumió de forma maravillosa en una carta con pistas escrita para jugar conmigo durante el pasado Día de la Madre. Allí descubrí las huellas que él reconoce que he dejado en su vida, y que me hacen agradecer el privilegio de ser mamá de un ser único, al lado de un gran papá, Robert.
“Tus huellas se quedan en mi vida, y tus enseñanzas las llevo conmigo siempre. Tengo tanto que agradecerte, por tu consejo, por las risas, por defenderme, por dejarme luchar, por confiar en mí y soltarme, dejarme ir tan lejos aunque a veces sea difícil. Gracias por ser tan buena mamá, con tus acciones y espiritualmente. Pero, sobre todo, gracias por dejarme poder seguir siendo un hijo. Te admiro mucho y te respeto aún más; junto con papá, eres parte de la fuerza para sentirme bien estando tan lejos como en Alemania, y gracias por la felicidad de ser tu hijo. Siempre estás y estarás conmigo, en mi corazón y en mi mente; vivamos cada momento de la vida felices con eso, y juntos, cuando Dios permita. Te amo con mi vida”.
Lee el artículo completo adquiriendo tu ejemplar físico AQUÍ.