Líderes, ¿nacen o se hacen?
Por Henry De la Espriella Castro*
Hay personas que desde muy niños se destacan o sobresalen por sus iniciativas y dones naturales para gestionar todo tipo de actividades, y que por ello nos hacen concluir que nacieron con aptitudes indiscutibles para ser líderes en el futuro. ¿Y qué pasa con quienes desde pequeños no presentan estas características? He aquí la respuesta.
Desde siempre o desde que tenemos uso de razón, hemos venido escuchando o leyendo sobre la palabra “liderazgo”, que se refiere a lo que llevan a cabo los llamados líderes, y lo primero que nos llega a la cabeza a la mayoría de las personas es que ser líderes está reservado para personalidades reconocidas en el mundo, como presidentes de países, propietarios de grandes compañías, artistas, deportistas, políticos, etc., lo cual no es nada ajustado a la realidad. Muchos hemos observado cómo, en el interior de las familias, o en nuestro paso por colegios o universidades, o en el círculo de los amigos del vecindario, existen algunas personas que desde muy niños se destacan o sobresalen por sus iniciativas y dones naturales para gestionar todo tipo de actividades, eventos, juegos, reuniones, y hasta propuestas de pequeños negocios comerciales, que nos hacen concluir que nacieron con aptitudes indiscutibles para ser líderes en un futuro.
¿Y qué pasa con los que no presentan estas características de liderazgo desde pequeños? No hay de qué preocuparse, pues la buena noticia para ellos es que tienen toda la vida por delante para desarrollar el potencial y hacer el esfuerzo para llegar a ser verdaderos líderes o mejorar sus capacidades de liderazgo.
Lo primero que debemos tener claro es la definición de liderazgo. Cuando buscamos la palabra en Google obtenemos millones de referencias y definiciones de todo tipo. John C. Maxwell lo define de la manera más sencilla: el liderazgo es la capacidad de conseguir seguidores, de tener influencia y causar impacto; es la habilidad para inspirar a otros; es lograr que otros te sigan con entusiasmo; es confianza y comunicación fluida. El liderazgo no es nada que tenga que ver con posiciones, cargos importantes, rangos o títulos, no es ejercer autoridad desmedida ni mucho menos alardearse con diplomas de estudios en prestigiosas universidades.
Grandes líderes reconocidos en la historia de la humanidad, como Jesús de Nazaret, la madre Teresa de Calcuta, Mahatma Gandhi, Winston Churchill, Nelson Mandela, Abraham Lincoln, Martin Luther King, son fiel reflejo de todas estas características de influencia, impacto e inspiración sobre sus millones de seguidores en el mundo.
Pero, ¿cuáles son realmente las características adicionales que identifican a un líder o las que tendrían que tratar de lograr aquellas personas que desean desarrollar su liderazgo para convertirse en líderes?
Los líderes valoran a las personas, les agregan valor, entran en sus vidas y los hacen ser mejores; si todos los días amas a las personas y las valoras, las personas querrán seguirte.
Los líderes tienen una actitud positiva, una actitud diferente a la de las demás personas; esa actitud hace la diferencia. Los líderes siempre creen que pueden hacer una diferencia, o le suman o le restan a la gente, nada los hace más atractivos que una actitud positiva.
Los líderes crecen diariamente, es la única garantía de que mañana sean mejores que hoy; los líderes no escatiman recursos para invertir en su crecimiento personal, siempre están pensando en cómo desarrollarse mejor.
Los líderes lideran con el ejemplo; su mejor manera de liderar es con las acciones; las personas hacen lo que ven de quien las lidera. Los líderes deben vivir una vida intencional. La mayoría de las personas viven con buenas intenciones, pero no lo suficientemente para ser exitosas: deben saber pasar de las buenas intenciones a las acciones.
Los líderes superan siempre las expectativas: cumplir las expectativas es el piso y superarlas es el techo; siempre hacen más de lo que espera la gente, se quedan arriba porque continúan creciendo y porque se aseguran siempre de dar más de lo que reciben. Quienes superan las expectativas siempre tendrán éxito tras éxito.
Los líderes equipan a las personas de su entorno, siempre están desarrollándolas y equipándolas para multiplicar sus resultados.
Los líderes son unos catalizadores para la transformación; los líderes que transforman hacen que las personas tengan cambios positivos en sus vidas, logran que las personas sean diferentes.
«El liderazgo es la capacidad de conseguir seguidores, de tener influencia y causar impacto; es la habilidad para inspirar a otros; es confianza y comunicación fluida».
Los líderes superan siempre las expectativas: cumplir las expectativas es el piso y superarlas es el techo; siempre hacen más de lo que espera la gente, se quedan arriba porque continúan creciendo y porque se aseguran siempre de dar más de lo que reciben. Quienes superan las expectativas siempre tendrán éxito tras éxito.
Los líderes equipan a las personas de su entorno, siempre están desarrollándolas y equipándolas para multiplicar sus resultados.
Los líderes son unos catalizadores para la transformación; los líderes que transforman hacen que las personas tengan cambios positivos en sus vidas, logran que las personas sean diferentes.
*Henry De la Espriella Castro
Miembro certificado de Maxwell Leadership en español.